La columna del Profesor Salomón: "Con dedos menos corrieron igual"

Hola Liiiños! Estoy con la caña, anoche salí de mambo con los cabros del “Diario Copular” y cuando me iba a mi pensión me encontré con Fher de Maná, que andaba con Guajardo y Gutiérrez en el Tutix. Después apareció el Negro, dueño del boliche, y tiramos líneas para esta columna.

El Negro me empezó a dar la lata hablándome de la Belén y me dijo también que él ni cagando había dejado embarazada a la Bolocco.

Me tenía chato, así que me fui y seguí escribiendo sobre el humor en la Quinta Vergara. Anoche fue el debut de Los Atletas de la Risa, un trío que estuvo a punto de convertirse en dúo.

El Guatón, conocido por tener 9 dedos, presentaba algunas complicaciones serias de salud: o sea, estaba pa’ la cagá.

Como su participación corría peligro, me preocupé y empecé buscar un reemplazante pa’l Guatón. Iba a llamar a Lucho Jara, pero ahora es entero fino de cuerpo, así que lo descarté. Luego, llamé a Patty Maldonado y me dijo que no podía, porque ahora está imitando a Pancho del Sur, ¡y le sale igual! Finalmente, llamé a Gonzalo Cáceres y me dijo que sí “palabra de hombre” pero  me dejó plantado.

Al final no fue necesario el reemplazo, porque el Guatón de Los Atletas se mejoró, aunque tuvieron que cortarle dos dedos del pie y ahora sufre de pie de atleta.

Los Atletas, al igual que la Geisha, partieron trabajando en la calle... pero de día. Estar en Viña es un premio a su esfuerzo. Además, hacer  humor musical no es fácil. En la Quinta Vergara ha habido grandes exponentes, como Hugo Varela, Pujillay y Sergio Lagos.

Los Atletas demostraron anoche que merecían estar en el Festival de Viña, ¡pero estacionando autos! Nooo, broma. El público los recibió bien en cuanto pisaron el escenario, el cariño ya lo habían cosechado pasando el gorro en el Paseo Ahumada, donde hacían mierrr al pobre peruano de siempre.

La gente arraun the worl en la Quinta cachó que Los Atletas estaban cortados, y no de los dedos, sino que con las xuxás. Espontáneamente, el Mostro picarón clamó a viva voz: “¡Sin censuraaa!”. Y los desgraciados se relajaron y triunfaron, victoria que tardó más de dos décadas en concretarse, porque decían que eran muy cumas pa’ ir al Festival.

Lo más importante, más que todos los premios que se llevaron, es el apoyo entusiasta del público de la Quinta para el trío, algo que nunca tuve en Viña cuando ese pájaro de mierda me cagó la rutina.

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