Durante largos años de su carrera periodística, Amaro Gómez-Pablos destacó por sus reporteos a toda prueba, donde las papas queman, inmerso hasta en las más cuáticas guerras. Sin embargo, desde que se separó de la actriz Amaya Forch a principios de año, el periodista de TVN decidió colgar el micrófono bélico, debido a su estado "emocionalmente trastocado".
Y aunque no estaba claro si su desaparición de la escena del conflicto se vinculaba con su quiebre matrimonial, fue el mismo conductor quien lo aclaró en entrevista con La Segunda.
"Soy aguerrido, pero tremendamente vulnerable. No estoy en el ejercicio del periodismo de camarín demostrando cuán macho puedo ser. Sé mis limitaciones. Esto año me separé. Eso implica que emocionalmente estoy trastocado, por eso no he salido a terreno ni he cubierto guerras", explicó.
"No me puedo responsabilizar estando mal calibrado. No soportaría el prejuicio que una mala decisión mía le pueda costar a mi equipo", remachó.
Amaya Forch se hizo la chistosa con Amaro Gómez-Pablos | La Cuarta
