La experiencia más brígida de Tanza Varela en México

Tanza Varela vivió una noche de terror en tierras aztecas, cuando un desconocido la llamó y la amenazó con cortarla en pedacitos.

La chiquilla, que se fue a vivir a México con su pierna peluda hace siete meses, enfrentó su experiencia más brígida el pasado martes, cuando un narco la llamó y le exigió dinero.

"Me dijo que era narcotraficante, que yo no sabía con quién me estaba metiendo y que podía liquidarme fácilmente", contó la rucia aún temblorosa desde Torreón, el lugar donde vive.

La conversa fue cada vez peor. "Me decía que quería plata, que si le cortaba iba a entrar a mi casa a descuartizarme. Nunca me habían dicho algo tan psycho".

Me muero Tanza, y ¿qué hiciste?

No sabía qué hacer. Me quedé con el corazón en la mano. Hace mucho que no sentía tanto miedo.

La cabra confesó que casi se hizo pipí del susto. "Yo en mi cabeza pensaba '¡qué hago! Tal vez si están afuera de mi casa me van a matar'. Nunca había recibido llamadas. Pero después de esto, me tomo en serio el lugar donde estoy viviendo".

Pero ¿cómo te contactaron?, ¿conoces a estos tipos?

La verdad es que no sé. Me llamaron de la nada y yo bien mensa contesté. Después de eso me mandaron mensajes de texto, pero yo no contesté más.

Oye, pero después del sustito ¿no has pensado en venirte mejor?

La verdad es que sí, lo pensé. Cuando le conté a mi mamá le dije ‘me voy de aquí’. Y, aunque ella al principio también lo pensó, al final me aconsejó que no perdiera todo lo que había logrado, que si yo había escogido llegar acá ahora tenía que apechugar.

Es que, además de estar con su pinche, Tanzita está de lo más motivada en tierras cuates con sus estudios de Diseño y Decoración de Interiores.

"Ha sido tremenda experiencia. Uno viene de un país súper tranquilo, donde nadie quiere descuartizar a nadie. Y acá no tienen piedad alguna. A mí me impacta la cantidad de metralletas que veo diariamente y que se rapten gente como quien mata un ratón", comentó la ex farandulera, que hace hincapié en que, pese a su terrorífica experiencia, "no voy a volver a Chile. Dejando de lado a los locos y narcos, acá la gente sí es muy amable y buena".

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