Por segunda vez en sus cortos 27 años, la cantante Rihanna se quedó con las ganas de subir al escenario de los premios Grammy. Anoche estaba prevista la presentación de la belleza en la entrega de los galardones, pero por recomendación médica decidió no subir, ya que tenía la embarrada en sus cuerdas vocales.
Según soltó su representante, "su médico le dio 48 horas de reposo porque estaba en riesgo de sufrir una hemorragia en las cuerdas vocales".
A través de su cuenta de twitter escribió a sus más de 56 millones de seguidores "Siento mucho haber podido estar ahí", para todos los que se quedaron con cuello de escuchar la canción "Kiss it Better" que es parte de su nuevo álbum "Anti", publicado hace unas semanas.