Después de un pique de una hora, con insolación incluida, llegamos a la parcela de Patricia Maldonado allá por el kilómetro no sé cuantito, pasado Curacaví. Ahí, en medio del bosque, la recauchada opinóloga del "Mucho Gusto", tiene su hogar hace caleta de años y pese a estar requetecontra lejos de su pega en Chago City, no lo cambia por nada del mundo. Ni ahí con vivir a lo rostro de TV en lo más empinado del barrio alto o en Chicureo.
La doña prefiere el campo y donde ni un perico la vaya a joder. "Para vivir en La Dehesa hay que tener un pasar económico siempre bien porque es caro vivir ahí, aunque mantener una parcela tampoco es barato… Pero ese no es mi cuento, a mí me gusta vivir en un lugar donde a la gente le cueste entrar, no estar en la pasada", dice, entre que nos invita a sentarnos frente a la piscina y ofrece pa' tomar y comer.
Ella sólo consume agüita de perejil que le recetó la doctora para que vote todo el líquido que le sobre post operación que la dejó con 10 kilos menos y el abdomen planito: "Me hice lo que necesitaba hacerme. No quedé con esas cirugías que se hacen las viejas y quedan con cara de 90 mil km por hora, que les cuesta pararse. Lo mío fue preciso: párpados cansados, papada, oreja y la guata".
- ¿Qué te ha dicho la gente, ha notado el cambio o te encuentra igual nomás?
- Es muy difícil que una persona que entra a pabellón con 96 kilos, pueda salir con 30. Tampoco iba a quedar de 20 años. Cumplí mis expectativas y no te puedes imaginar la cantidad de gente que me llama preguntándome por la doctora (Teresa Chomalí).
- ¿Cómo andas con las tentaciones, los chocolatitos, helados, perniles..?
- Uf, me he portado como reina… pero cuando veo algo igual lo pruebo. Pero estoy luchando todos lo días, porque soy una enferma de la comida. Sigo recuperándome y estoy en drenaje dos veces por semana.
- ¿Tienes algo estrictamente prohibido?
- No puedo tomar, ni hacer abdominales.
- ¿Y de lo otro?
- La doctora me dijo que ya podía, pero le tengo mucho miedo todavía a la cuestión, porque si una se entusiasma de repente, me carga ahí donde tengo la operación ¡y me muero!
- ¿O sea que na' ni na'?
- Lo tengo en veda a mi pobre marido, sin que vea ninguna mujer pilucha en la televisión, vemos puras películas de niños, vemos las mismas películas que veía la Coté López: El Rey León, para mantenerlo tranquilo jajajá.
PELEAS
- ¿Cómo va la pega en la tele, cómo te sientes en el "Mucho Gusto"?
- Me siento la raja. Me encanta lo que hago y sé que a la gente le gusta. Tengo un feeling el descueve con José MIguel Viñuela. Llevo seis años en MEGA. Me siento muy parte del Mucho Gusto. Me alegro que haya crecido de esa manera. Yo ahí apliqué toda mi experiencia.
- ¿Hay tantas peleas en el equipo como pelan?
- En todas las pegas hay roces, cuando uno trabaja muchos años con un equipo tiene que haber dificultades y eso es bueno en el fondo, porque se provoca como un volcán que se necesita botar esa lava que tiene acumulada.
- Se comenta que Magdalena Montes ha tenido varios encontrones con Viñuela, hasta celos de ti por tu feeling con él.
- Mmm, yo he tenido dos encuentros con Magdalena que no fueron peleas, sino intercambio de opiniones fuertes y creo que esas cosas una las arregla. Yo estoy muy vieja para andar peleando con la gente que trabajo.
- ¿En qué quedamos?
- Prefiero no tocar ciertos temas, lo importante es que hable la gente que está involucrada. No tengo nada que hablar porque yo llego, hago mi pega y tengo buena relación con todos. Mucho aprecio por la Magdalena, quiero entrañablemente a Viñuela y más que la cresta a Bibiano Castelló, el director del programa.
- ¿De dónde nace tanta buena onda con el "Jose"?
- Desde el primer día que empezamos a trabajar en el programa. Y eso es rico aprovecharlo porque es muy difícil mirar a alguien y que la persona sepa lo que tú quieres. Eso no se da siempre. Somos muy buena yunta.
- ¿Qué hay de las ofertas que has tenido de otros canales?
- Estoy muy agradecida de MEGA, aunque también he dado mucho por el canal. El año pasado tuve una muy buena oferta para irme a Canal 13. También me llamaron del 11. Pero, por el momento, estoy muy bien donde estoy, cómoda y en conversaciones para hacer más cosas.
BATACLANAS
- ¿Cómo ves al resto de los opinólogos?
- Hay gente buena, pero tienen que ir decantando los que no tienen nada que ver en el cuento como la Adriana Barrientos. Imagínate lo que fue la (Amalia) Granata que la trajeron de Argentina que se hizo famosa porque se metió con un fulano en un motel. O sea, si le vamos a dar la oportunidad a ese tipo de mujeres, démosela también a las chilenas, pues.
- La TV las contrata por eso mismo, por sus polémicas.
- La persona que es capaz de contratar a una mina como la Granata, que es una bataclana de sexta categoría, es más tonto que ella. Y si es por sintonía revivan al Tila, que tiene mejores condiciones… Eso convierte a la TV en chatarra.
- ¿Hay algo a que le tengas cuco?
- A la vejez. Me da miedo tener que depender, no poder trabajar. Y no es que la vea tan cerca, pero cuando una tiene cincuenta y tantos años no la vez como a los cuarenta.
- ¿Qué te hace saltar?
- Mi hijo mayor Javier Andrés, que tiene 21 años, y que vive en Estados Unidos porque me hizo abuela. Mi nieto se llama Cristián Nicolás Pino Rojas y estoy orgullosa, feliz con él.
Por Carolina Ruiz M.
