La noche de Rocío Marengo y los cordobeses en el Copihue de Oro

El vacilón fue total en la zona de artistas del Caupolicán. Varios que siempre se muestran como bien compuestitos terminaron totalmente desatados en la pista de baile.

En primera fila, donde se formaba un pequeño sambódromo, una de las parejas más desatadas fue la de Joche con Rocío Marengo. Parece que el galán, que tuvo entre sus redes a Dominique Gallego, echaba de menos a la argentina.

¿Sí? Es que la piba nos dejó tirados hace rato, cruzó la cordillera y ahora la vende de seria, pero parece que con un par de cumbias, y uno que otro brebaje, la cosa cambia.

Es que la Rocío no tuvo ningún reparo en aceptar la mano de Joche, quien la sacó a la pista y la hizo mover las caderas como en sus mejores años.

Una verdadera ídola la rubia maniquí, que enloqueció a todos los que trataban de ponerle ojo al show que ofrecía Américo a toda cumbia, pero que terminaban perdidos, encantados y encandilados en las curvas y los mágicos meneos de la trasandina que posó para Playboy y nos mostró lo que es un cuerpo sanito, sanito.

Varios más siguieron el ejemplo bailarín. Cáchese que Sandy Boquita se paseó por todo el Caupolicán sacando gente a danzar. Paleteada ella.

Claro que su regalón, a la hora de mover las patulecas, fue Rubén Hilcker, a quien lo definió de una como su amigui sin cover, aunque se les vio bastante cariñositos entre cumbia y cumbia. A otro perro con ese hueso.

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