La nueva infidelidad de Dayane Melo a Nicolás Massú

Para la fanaticada adicta a los dramas telenovelescos, aquel “tenemos que hablar” que le dijo Michelle Carvalho al pobre Joche antes de darle la PLR frente a las cámaras, es simplemente inolvidable.

Pero fíjese que ni aquella puñalada por la espalda, y mucho menos el chupetón en el cuello que Pastorino le chantó a la Marino en la era “Roca”, se comparan al dramón de Nicolás Massú, a quien hace rato le vocean en la esquina... cualquier cosa, menos que la infidelidad es imposible.

¡Ay, Vampi! Es que otra vez Dayane Mello le succionó, entre otras cosas, la sangre y le dio donde más le duele: en su romántico corazón. Claro, el viñamarino realmente no está tan solo, si aún la ve cocinando algún recuerdo en la cocina, pero de que la maldá existió, no hay duda.

Esta vez la maniquí de mirada felina tuvo un “charangou”, como diría el broder de Jorge Valdivia, con el actor Carlos Tampe, un guapetón que apareció en el cortometraje “Cita a ciegas”. Y, como era de suponer, el affaire no pasó piola y el Nico volvió a quedar como el ídem.

Según ha trascendido, el quiebre se produjo hace un par de semanas, aunque lo cierto es que hace rato que la pareja no lucía su amor públicamente. De hecho, la última vez que se les cachó juntitos fue en la gala del Festival de Viña y, algunos días después, en ginecología de una clínica del sector oriente, donde se especuló con un posible embarazo de Dayane.

El punto es que la diosa ya ni se urge por mostrarse en sociedad con el actor. Así quedó demostrado en una fiesta electrónica celebrada el wikén pasado en la Quinta Región. ¿Y el dos de oro olímpico, ah? En esa fecha intentaba levantar cabeza al otro lado de los picos nevados.

A CASA

Luego de caer en los challenger de San Juan y Villa Alegre, el Vampiro volvió ayer a Chilito con el cucharón partío. En el aeropuerto le dijo al diario pop "no quiero hablar de nada" y se subió a un taxi, pero su caracho lo decía todo. Sí, había rabia y desilusión, lo mismo que hoy siente su círculo más cercano.

La Tía Sonia, que al inicio de la relación tildaba a Dayane de "buena niña", es quien más bronca le tiene e, incluso, en el último torneo de Viña se sentó lejos de la garota y ni por un free pass en Patronato la habría convidado a la barra oficial. Pero, sin duda, lo que más le duele a la suegri es la distancia con su porfiado hijo.

¿Y el padre del tenista? Manuel Massú atendió con gentileza el teléfono ayer, pero apenas cachó el nuevo lío amoroso de su hijo, tiró pa’ la cola. “Disculpa, pero no tengo nada que decir sobre ese tema. Te agradezco, pero voy a cortar”. Es que la procesión va por dentro, pueh.

¿Y Dayane? Está encuevada, pero lo cierto es que nunca ha enganchado con los cahuines por el Nico. De hecho, hace un par de meses le dijo a un periodista “¿crees que voy a llorar por lo que hablen de mí? No estoy para eso, yo vivo intensamente”. Más claro, echarle agua o googlearla.

ARAÑAZOS EN REÑACA

El primer gran escándalo entre el Nico y Dayane salió a la luz en enero del 2010. En aquella ocasión la garota le armó el tremendo escándalo al tenista en una disco de Reñaca y la cosa terminó en arañazos. ¿La causa? Los celos de la maniquí. Esa vez Massú arrancó en silencio.

PUÑALÁ XL CON BALOTELLI

La puñalá con más centímetros de profundidad que se conoce hasta ahora fue la de Mario Balotelli, el entonces futbolista del Inter. Las fotos de la brasuca en un parque de diversiones, por ahí por julio del 2010, coincidió con un bajón tenístico del Vampi, quien se estaba acostumbrando a los porrazos.

LO PASÓ “RICO” EN FRANCIA

En agosto del 2011, Dayane volvió a sorprender paseando en Europa. Esta vez fue con Ricardo Mansur, empresario y jugador de polo nacido en Sao Paulo hace 37 años. Un mes después al chileno no le dio el cuero en la Copa Davis frente a Italia.

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