Las tradiciones son para cumplirlas y respetarlas. Y así lo entendió la soberana de Viña 2017, Kika I: tal como lo prometió tras no poder hacer su piscinazo el día programado, ayer se lanzó a la piscina del Hotel O'Higgins.
En términos generales fue una presentación y chapuzón simple, pero esa característica fue la gran gracia: la rubia lució un traje de baño negro que dejaba ver lo justo y necesario de su bien cuidado y alimentado cuerpecito.
Antes de tirarse a las aguas, un baile sensual. Un anticipo de lo que vendría: un juego más con la sensualidad que la sexualidad de mostrar, de dejar harta piel a la vista de todos los presentes.
El primer piquero fue muy bien ejecutado, cayó sin levantar mucha agua. En las lides olímpicas tendría un 7 sobre 10.
KIKA CON MORTAL DE FRENTE
Pero la gran sorpresa vino en el segundo chapuzón; sí, hubo dos... Un jugado mortal hacia adelante, demostrando que su amor a los deportes y el ejercicio no es sólo una parada. Bueno, este piquero terminó con ella entrando delicadamente a la piscina, un 8 sobre 10.
- Contra la costumbre de mostrar harto, usaste un traje de baño muy sensual, que deja a los ojos lo justo y necesario...
- Ahora que tuvimos que repetir todo, preferí usar un bikini de mi propia confección, no se pudo hacer lo que estaba presupuestado, pero espero que a la prensa le haya gustado.
- Kika, ¿qué fue el segundo chapoteo?
- Tengo que revisar las imágenes, pero lo que quise, como siempre me dicen que soy una chica extrema, y no me podía tirar ni en paracaídas o saltar de una moto, quise hacer algo que estuviera fuera de lo común.