La cantante Christina Aguilera se ha transformado en el símbolo gringo de la lucha contra los kilos de más. La rubia sorprendió al mundo cuando se presentó en los premios American Music Awards con una figura muy distinta a la que tenía acostumbrado a sus seguidores.
En octubre recién pasado, la chiquilla llegó a la alfombra roja del premio estadounidense vestida con un traje morado y aseguró que el sobrepeso se lo debía al nacimiento de su primer hijo. "Tengo un novio que le encanta mi cuerpo. A mí me encanta, mi hijo está sano y eso es lo que me importa", aseguró la blonda.
Las críticas de la prensa gringa provocaron que la cantante se pusiera a dieta y en sólo dos meses bajó 10 kilos y retomó la figura que hizo delirar a los machos hace un década.
Tan regia quedó Christina que este mes es la portada de la prestigiosa revista Maxim, donde se luce en una sesión fotográfica con un sensual vestido rojo y un escote no apto para enfermos de la cuchara.
Eso sí, la chiquilla le quitó importancia a su baja de peso y le envió un mensaje a sus seguidores asegurando que la verdadera belleza va por dentro.
"Esforzarse mucho por ser sexy es lo peor que se puede hacer. La sensualidad debe ser sin esfuerzo", sentenció la ricura.