La Vedettón y sus momentos más bacanes en la historia

Para los machotes recios, la barra de pelo en pecho, esa que se la sufre toda durante la semana pa' llevar el puchero a la casa, no existe cosa más gratificante que presenciar en vivo y en directo la Vedettón, que viste de erotismo y sensualidad la cruzada solidaria de la Teletón.

La fiebre por conseguir una entrada para este segmento que parte generalmente pasadas las 4 de la mañana es cosa de locos y la fila de califas afuera del Teatro Teletón puede fácilmente alargarse por cuadras.

Por eso la Vedettón se ha transformado en un poderoso gancho para los amantes de la noche, aquellos consumidores de chela que aguantan litro tras litro con tal de ver aunque sea por la tele el desfile de ricuras nacionales y extranjeras.

En este recuento pasamos revista a los mejores momentos que ha tenido este peculiar segmento revisteril, que se ha convertido en un clásico imperdible a lo largo de todas las Teletones.

VIEJAS GLORIAS

Hace unos 27 años la potable Maripepa Nieto subía los termómetros con sus ajustados trajes de lentejuelas y plumas, y era número puesto en la Vedettón, al igual que otras ilustres como las che Susana Giménez y Moria Casán que siempre respondieron al llamado solidario.

En aquella época bastaba un destape sensual, una insinuación y un baile coqueto para convertir el teatro de calle Rosas en curanto vivo. Pero la cosa fue cambiando con los años y los californias fueron pidiendo más piel, más pellejo y más osadía.

Pa'l 2002 y a sus 48 años la trasandina Graciela Alfano fue de las primeras en inaugurar la moda del topless dejando a medio mundo con taquicardia durante su espectáculo.

En 2003 una joven y voluptuosa Iliana Calabró dejó la crema al saltar a escena con un ajustado traje de cuero, el que fue desapareciendo hasta quedar con sus lolas mirando al sudeste y totalmente destapadas. Ese mismo año nuestra morenaza Marlen Olivari saltó al escenario convertida en la Reina de Saba con bikini de lentejuelas y disfraz provocador que arrancó ovación desde la galucha.

En cambio hubo un tibio recibimiento para la cubana Mey Santamaría, Pía Guzmán y María José Campos "La Porotito Verde", quienes bailaron al estilo "Moulin Rouge".

MANSO TETE

Ese mismo año se destapó el romance oculto por más de 10 años entre el humorista Álvaro Salas y la vedette Tatiana Merino.

La historia de los amantes llenó páginas de chimuchina y en aquella Teletón volvieron a sufrir.

El cómico terminó de actuar a las 3 de la mañana y a sabiendas de que luego venía la Vedettón con la Merino entre sus filas, agarró sus pilchas y se viró a 100 por hora para no topársela.

PUNTOS

Para 2004 algunos asopados intentaron frenar el destape y le cambiaron el nombre a la Vedettón por otro más cuico: Sexytón.

La idea era que las chiquillas no se pasaran pa' la punta con tanto pellejo al aire, pero la argentina Sylvina Luna no estaba para chistes y en medio de los aplausos, rugidos y bramidos de la barra terminó su performance con un topless de antología. Marcó el peak de todo el show solidario: 55,2 puntetes, un auténtico récord.

EL KENAZO

El 2006 fue el año negro para Kenita Larraín porque luego de estar nominada para la Vedettón inexplicablemente a última hora fue abruptamente bajada, dejando con cuello a sus incondicionales seguidores.

Nunca fue confirmado, pero las malas lenguas aseguran que el mismísimo ex futbolista Iván Zamorano fue el responsable de su salida, porque luego de quedar pagando en el altar el ídolo pelotero no quería verla ni en pintura, ya que él colaboraba en la selección solidaria.

KATTY KO

Siempre en  2006, pese al atado con María Eugenia Larraín y su bajada repentina hubo otros acontecimientos que causaron conmoción.

Sorpresivamente apareció una actriz madura y exquisita que se atrevió a mostrar su bien cuidado cuerpecito: Katty Kowaleczko. En frente tuvo a otras figuras peso pesado, como Maura Rivera, Gisella Molinero y Sigrid Alegría, quienes incendiaron la Vedettón.

Pese a que Maura fue elegida "Reina de la Teletón", la barra de pelo en pecho ovacionó de pie a la Kowaleczko y sin saberlo le entregó una fama y prestigio que hasta hoy le ha servido para avanzar en la pantalla.

Al año siguiente un nuevo enfrentamiento de linduras:  Lola Melnick, que bajó desde los cielos y Marlen Olivarí, con plumas y un diminuto traje, que le jugó una mala pasada: Una de sus callaguaguas salió a pasear.

Por Hugo Pérez Labraña

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