Paola Volpato es una institución en lo que a telecebollas nacionales respecta. Pero en toda su carrera, nunca antes le había tocado la misión de decir "buenoh díah, buenah tardeh" y vestirse de carabinerita.
Y ese es su nuevo desafío en la próxima vespertina de Mega, que aún no tiene nombre definido, pero que se empezará a grabar en las próximas semanitas.
En el culebrón, la Volpato le prestará el cuerpo a Patricia Flores, suboficial Mayor de Yerbas Buenas. La damita es súper responsable, tanto en la pega como en la casa, donde debe cuidar a sus tres retoños, por los que da la vida, tal como lo hace en las calles con su uniforme verde olivo.
La paquita está separada y se resiste a rehacer su vida, aunque las cosas darán un vuelco cuando llegue al pueblo el empresario Nicolás Pérez de Castro (Álvaro Rudolphy), quien le hará latir nuevamente el cuore a la paquita.
Ayuda verde
Para Volpato ha sido todo un desafío armar este personaje, tanto así que confiesa que "estoy recién conociendo los procedimientos policiales, y para eso cuento con la ayuda de dos maravillosos capitanes de Carabineros, que están intentando lo imposible".
Es que la Paola no es muy cercana al asunto. Es más, ella se acusa de ser una blanca paloma. "Mi hoja de vida está intachable y limpiecita".
Tan inocente es la actriz, que ni siquiera la han parteado los verdes. "El único parte que tengo fue por estacionarme mal y no me lo sacó un funcionario, sino que lo pillé pegado en el vidrio".
Pero tampoco es tan santita la figura de Mega, ya que comete el mismo pecado que el 99,9% de los chilenos: "Sí, lo reconozco, les digo pacos...".
Pa' cumplir con el papel, la morena no ha tenido que matarse tanto físicamente, pero "lo que más tiempo lleva es el maquillaje, ellas se preocupan de ser muy femeninas".