Para Agustín Maluenda, más conocido como Payaso "Pastelito", no todo es payaseo.
El hombre tras uno de los tony más famoso del país, tiene un lado espiritual muy profundo, tanto, que incluso este 20 de octubre acompañará al cantante cristiano Franco Figueroa en un evento evangélico gratuito, en la Plaza de Maipú.
El heredero de Los Tachuela y dueño del "Circo Pastelito y Tachuela Chico" contó a La Cuarta su vida fuera de la carpa y las luces, y qué lo llevó a tener un camino de fe.
"Desde niño siempre he tratado de llevar mi vida de la mano de Dios, tratar de ser lo mejor posible", cuenta serio y emocionado, sin el traje y peluca caraterísticas de su personaje circense.
- ¿Hubo algo, alguna circunstancia, que lo llevó a tener esta espiritualidad?
- Cuando era bebé yo estaba a punto de morir, tenía un problema en la sangre, nací desnutrido, no tenía vitaminas y mi abuelita me presentó a una iglesia evangélica y sané.
Milagro
- ¿Lo considera un milagro?
- Sí, además siempre mi abuelita me inculcó que estuviera en el camino de Dios. Yo me quedé a estudiar con ella cuando mis papás andaban en gira. No era como ahora, que se puede estudiar en cualquier lugar.
- Entre tanta chacota, levantar y desarmar carpas, ¿cómo lo hace para estar conectado con lo divino?
- Cuando tenía los planes de hacer el circo, le hice una promesa a Dios:
Que siempre iba a entregar un mensaje, que pudiera la gente irse con algo más, no solamente ver un show, un mensaje que la gente lo perciba sin ser de ninguna religión.
- Como una manda...
-Hay cosas muy fuertes que me han pasado en mi vida personal con referencia a la religión, cosas fuertes que me dan a entender que tengo que seguir de la mano de Dios con fuerza.
