Amor, comprensión, parar la mano con el copete, ponerse talco, bajar la dosis de Bombas-4 y hasta ir menos al estadio son peticiones que más de un machote debió aceptar antes de pisar el palito con el amor de su vida. Pero cuando los matricidios son entre famosos, la cosa se pone brígida.
Así al menos lo confirmó la potable Jennifer Aniston, ex protagonista de la serie Friends, quien no dará el "sí, quiero" sin antes poner la firma en un contrato prenupcial para dejar clarito el cuento con su pareja, Justin Theroux.
Según pelaron varios medios faranduleros gringos, la cabra tiene más de 100 palos de euros metidos en el chanchito, por lo que su principal preocupación es cuidar los morlacos ante una eventual separación. "Jen está encantada de casarse, pero no quiere dejar nada al azar", contó un amigo sapiola al diario Daily Star.
El copuchento contó que "ella quiere asegurarse de que todos sus activos quedan protegidos, especialmente por su historial con los hombres". La idea de la cabra es vivir el amor a concho, sin preocuparse de documentos y demandas ante un eventual quiebre con su pareja, tal como le pasó al Papurri con la Belencita.
