Cuando el año 2013 Andrea Dellacasa osó lanzarse a la piscina del Hotel O'Higgins con unos puros parches en sus presas íntimas, hasta las mentes más cochinas pensaron que ahí se escribía un antes y un después en la historia de los piscinazos. Lo que Andreíta, ni los califas sospecharon, es que doce meses después, Sigrid Alegría iría más allá, y no dejaría nada a la imaginación: se tiró totalmente desnuda. Sólo una colorinche pintura anti agua se aplicó como atuendo la actriz de de Canal 13 pa' mandarse el piluchazo más comentado del verano pasado.
Sigrid se la dejó terrible de pelúa a su recién electa sucesora, Jhendelyn Núñez. Por eso la nueva soberana se ha preocupado como mala de la cabeza en buscar su propia fórmula pa' no ser menos.
Y ojo que la cabra sabe que no la tiene compleja solo por mostrar más o menos pelaje, ya que la actitud también es un punto en que no debe guatear.
Rebobinando el catálogo de los últimos piscinazos, son varias las reinetas que sacaron aullidos por su perso, más que los metros de género que ocuparon en sus tangas. Carola Arregui (2010), por ejemplo, a sus cuatro décadas, supo dejar el agua hirviendo con su simpatía y un trikini. Dominique Gallego (2013) se mojó enterita vistiendo un modelo con flequitos, estilo Pocahontas, que dividió a la galaxia entre quienes lo hallaron choro y penca.