A pesar de que llegaba con menos currículum que estudiante en práctica y del olor a fiambre que había en la previa de su presentación en el Festival de Viña, León Murillo demostró que no era cualquier pelagato. Claro, pues el dolape tenía la película clarita y no tuvo dramas en dejar a la barra con el ombligo a dos manos con su rutina.
Y así lo demostró desde que puso una pata en la Quinta Vergara, pues a punta de chistes rápidos y haaaaaaarto palanqueo a la clase política, el dolape la hizo del "guán" en Viña 2015 y se paseó a los chaqueteros, quienes juraban de guata al suelo que el "monstruo" se lo serviría con papas fritas.
Al final, el chistólogo se echó al pollo con así una sonrisa y con las gaviotas de plata y oro, ¿qué mejor?
Estilo Caroe
Tal como lo hizo Edo Caroe en el Festival del Huaso de Olmué, León Murllo utilizó el stand up comedy pa' sacar carcajadas. Y claro, como también repartió palos para todos lados y vaciló a los políticos, el dolape la hizo de oro y en 3, 2, 1 ya le había tocado el punto G al "Monstruo"
Doble sentido
Al igual que la mayoría de los humorista, el cabro no le hizo asco a los chistes de doble sentido. De hecho, el chiste de la mirada del cocodrilo, uno de los que más sacó risas, no fue enfocado por las pantallas de la Quinta, las cuales se hicieron las orates y apuntaron pa' otro lado cuando el comediante hacía el "gesto técnico".
Lo clásico
A pesar de que algunos les falta poco para estar de cumpleaños, hay chistes que nunca tendrán fecha de vencimiento. Por ejemplo, León Murillo dio néctar un buen rato con los problemas de parejas entre hombres y mujeres, los cuales le sirvieron para amenizar el ambiente después de su afilada rutina inicial.