Ruddy Rey tenía la difícil tarea de hacer reír al público del Festival de Viña. Y pese a que muchos pusieron sus fichas en el oriundo de Quilpué, el "monstruo" no enganchó nunca con su rutina. ¿Por qué? Pónle ojo a estos tres factores que lo mandaron derechito para la casa al humorista.
1.- Ana Gabriel
No hay dudas que la mexicana tiene un extenso currículum. Las canciones le sobran y obviamente dejó la mansaca con su presentación. ¡Ni los guardias querían que se bajara del escenario!
Y como los animadores se dieron cuenta que si no la sacaban seguían hasta el otro día, tuvieron que despacharla. Esto provocó la ira de las "anagabilovers" quienes se ensañaron con Ruddy.
2.- El anti humor
El "humor musical" del chileno no tuvo nada de cómico y en la Quinta lo que menos había eran risas. De hecho, el mismo se definió como "fome" contando chistes y aseguró que lo suyo era la comedia.
Lamentablemente, parece que la cosa tampoco iba por ahí, porque los animadores tuvieron que despedirlo para que el “monstruo”, que ya estaba afilando sus colmillos, no se lo comiera entero.
3.- Desafió al público
Si con su rutina no estaba haciendo reir a nadie, con sus tácticas para revertir la situación le fue peor. El pobre no encontró nada mejor que achorarse con el público y decir en más de una ocasión "gracias por apoyar al humorista nacional". Claramente, cavó su propia tumba.