El manso paparazzeo en el Transcacho llegó a los cuarteles del diario pop. Un puntudo discípulo del Tío Emilio y ahijado del inspector Vallejos le sacó la foteli a Adriano Castillo, el mismito Compadre Moncho, cuando el chascón se hacía el crazy a la hora de hacer sonar la tarjetita en la 503. No podí...
Cuando el pajarito del justiciero ciudadano o acusete anónimo piteaba las 14.50 horas, a la altura del pirulo Bravissimo de Provi, ocurrió la infracción ya que a la hora de montarse en la mítica 503, Don Moncho aplicó la vieja táctica de paso colao por el medio.
“A-trooz” nos cuentan que reclamó una octogenaria que sufrió el medio vahío al ver la escena del crimen.
“Es divertido, yo no lo niego. Reconozco haberme subido porque estábamos hace mucho rato esperando como 15 personas. Así que cuando vi la puerta abierta llegué y me subí”.
- Invocando los poderes del martillo de la Doctora Polo, le diré que la excusa agrava la falta.
-Pero es que después marqué adelante cuando me bajé en Mapocho. Porque se fue desocupando.
- Pero me va a decir que con su millonada... ¿Anda con la bip! escuálida?
- Sí, siempre la tengo con menos de dos lucas. Con lo justo. Además, aprovecho de decir que la gente es muy poco solidaria porque se amontonan todos en la puerta por donde se sube cuando hay espacio atrás y no se corren.
-Chuta, no hay cómo pillarlo gran pecador. Raya pa’ la suma, micro que le sirva se sube como sea...
- Sí, pero a las que me sirvan, ya no me subo a cualquiera. Soy selectivo.