En julio pasado el país se sorprendió cuando el cantante Leo Rey fue formalizado por el delito de manejo en estado de ebriedad. Luego de meses de investigación, y dado a que el ruliento ha colaborado con el caso, al final podría librar de polvo y paja.
Para los que no se acuerden, el 13 de marzo pasado, el cantante se pegó un tortazo en el Pontiac Solstice que piloteaba y fue detenido minutos después por los verdes. Luego, fue llevado al Hospital Mario Sánchez de La Calera, donde se le practicó una alcoholemia que resultó ser trucha.
Ayer, en el Tribunal de Garantía de La Calera, se desarrolló una audiencia donde la fiscalía local solicitó la ampliación en 30 días de la investigación en contra del enfermero Jorge Díaz, la paramédico Mirta Rojas y la auxiliar Minta General, los supuestos responsables del cambio de la sangre del cantante, y quienes fueron acusados por obstrucción a la justicia.
Sin embargo, el tipo penal podría cambiar cuando el fiscal Hernán Martínez reúna los antecedentes pa' reformalizar a los implicados.
Según se supo el Ministerio Público acusaría a los implicados por el delito de falsificación de instrumento público.
De esta forma, se asumiría la tesis legal del Consejo de Defensa del Estado, entidad que decidió hacerse parte del caso una vez que se conoció que la adulteración se produjo en un hospital de la red pública.
Los amigos del diario El Observador, además nos soplaron que en la audiencia la fiscalía explicó que faltan documentos que solicitó de oficio al Servicio Viña del Mar - Quillota.
Finalmente, el ministerio público pidió realizar una audiencia para ofrecerle una salida alternativa conocida como suspensión del procedimiento. La idea es fijar algunas condiciones para que Leo Rey salga sin mayores dramas del atado producto de que no tiene antecedentes y por haber prestado colaboración en el esclarecimiento de los hechos.
