Poco antes de las 9 de la matina de ayer y vestido de riguroso traje oscuro, Claudio Valenzuela, vocalista del grupo nacional Lucybell, llegó hasta el Tercer Juzgado de Familia de Santiago con el objetivo de alcanzar el único premio que hasta el día de hoy le ha sido esquivo: La tuición de Amaya, su pichicha regalona.
Y es que desde que sentó cabeza y contrajo casorio con Jenny Hunter, una gringa ruciecita que conoció durante su estadía en Los Ángeles, California, que el cantante está empecinado en obtener la custodia definitiva de su hija menor, quien hasta el día de hoy vive junto a su madre y ex pareja del músico, Nicole Ahumada.
LA PELEA
El proceso, que comenzó hace meses y que pretende definir la tuición de la pitufina, es un anhelo que mantiene hace rato el artista debido a que tampoco logró convivir con el mayor de sus retoños, un varón nacido de su primera relación formal que se fue a vivir junto a su madre en Barcelona, España.
En esa, Valenzuela llegó con su mejor pintacha para asegurarle a la jueza que estaba apto para cuidar de Amaya, asunto que le cayó como patada en la guata a su ex, quien comenzó una férrea defensa por quedarse con la menor.
"Vayan a sacarle fotos al vocalista de Lucybell que está ahí por portarse mal con su hija", se acercó a comentar la madre, mientras Valenzuela jugaba en una de las bancas cercanas con su hija. "No le crean, la verdad es que está aquí por otros problemas", explicó desde su punto de vista, poniendo un manto de dudas al proceso.
LAAARGO
La jornada fue extensa y se alargó hasta cerca de las 14 horas, implicando diversas salidas de los afectados desde la sala de comparendos hasta las zonas de habitación común, donde en una ocasión la madre presentó a la niña ante la prensa, solicitándole que señalara abiertamente con quién se quería quedar, frente a lo que la apremiada infante señaló "contigo, mami, contigo".
Al salir de los careos, Valenzuela explicó que "esto no tiene nada que ver con Lucybell, es específicamente algo familiar que por involucrar a menores de edad me gustaría mantener como algo privado", sin pescar las acusaciones de su ex.
Mientras que por su litro, Nicole cambió su postura y optó por quedarse piolita y huir de la prensa argumentando que "todo se aplazó para agosto próximo".
