La gozadora Lindsay Lohan le paró el carro a los paparazzis, todo porque no la dejan manejar tranquila su tocomocho.
Lohan aprovechó su cuenta en Twitter para tirarle las orejas a los reporteros gráficos que la siguen a sol y a sombra.
"No se les debería permitir hacer fotos mientras alguien está conduciendo o en un semáforo", señaló en uno de sus tuiteos.
El drama es que sus amigos temen que recaiga en sus adicciones o se vuelque completamente al frasco, según la revista People.
En la última de sus apariciones lució un llamativo bronceado.