La rebelde Lindsay Lohan salió para atrás con su onda de irrespeto a la ley. Una corte de Los Ángeles determinó que no había cumplido la totalidad de horas del trabajo comunitario impuesto en el último dictamen de su condena. Ante tal situación la Justicia optó por darle una salida menos simpática: deberá limpiar los pisos de una morgue.
A primera hora de hoy la pelirroja actriz llegó a la morgue del condado de Los Ángeles para hacer un trabajo complicado: lavar los azulejos, limpiar el sector de operaciones, donde habitualmente hay fluidos y sangre, además de retirar y lavar las sábanas de las camas donde se intervienen los cuerpos. ¡Puaj!
Los funcionarios de la morgue están más que advertidos que no pueden sacar fotos a Lindsay mientras trabaja. El que lo haga arriesga ser despedido de su pega y una feroz demanda de la artista.
Esta peguita no ha sido del todo exitosa para Lohan, ya que durante los días previos llegó tarde, algo que molestó a la policia, quienes controlan el cumplimiento del trabajo y la sapearon ante el departamento de libertad condicional.
La artista debía cumplir con 480 horas de trabajo comunitario luego de pagar una fianza de 100 mil dólares tras ser acusada de robar un collar en una tienda cercana a su casa en Los Ángeles. Al no cumplir con todo el tiempo, un tribunal decidió darle la pega más dura de todas.
