Después de unos meses de buena conducta, Lindsay Lohan volvió a meter las patas. Ahora la actriz boxeó a una de las empleadas del centro de rehabilitación de drogas donde pasó tres meses sentando cabeza, y todo para quitarle un celular. Finita.
Los oficiales de la zona este de Los Angeles, dijeron en un comunicado que el caso en contra de la guapetona actriz debería seguir, pese a que la víctima no quiere presentar cargos.
Si un juez determina que Lohan violó su libertad condicional, la actriz se podría ir preciosa otra vez.
La decisión de la policía surge justo después de que la locateli completara el lunes la rehabilitación ordenada por la corte en el centro de tratamiento contra las drogas y el alcohol.
La minoca deberá volver a la corte de Beverly Hills en febrero para una audiencia sobre sus progresos. Hay que recordar que Lohan ha estado en cana en tres ocasiones por el cargo de manejar arriba de la pelota y otras dos veces por violar su libertad condicional.
