Los únicos que tenían su puesto asegurado en la gran final de "Doble Tentación", por paleteá del público, eran Lisandra Silva y Leandro Penna. Y en la semi eran tres los tórtolos que aspiraban por el otro cupo dorado: Seba Ramírez con Rocío Marengo, Abraham García junto a Flavia Medina y Felipe Lasso de la mano de Angie Jibaja.
En una batalla dura en Calera de Tango, en la que los seis participantes dejaron sangre, sudor y lágrimas, fue el dueto conformado por Abraham y Flavia la que dio el gran paso y se instaló con autoridad en la finalísima.
La instancia decisiva del reality de Mega partió a eso de las 23.00 horas, justamente con la semi (que estaba grabada días antes).
Después de eso se repasaron algunos momentos claves de los finalistas, para luego mostrar a los familiares que los acompañaban en tan crucial momento.
La final tuvo público en vivo, lo que le dio más emoción a la mocha que libraban los enamorados Abraham y Flavia contra Lisandra y Leandro.
Una de las tallitas que sucedió en la previa de la competencia fueron los vítores de la "pípol" apoyando a Tony Spina, a quien al parecer lo quieren más que a Abraham, el hombrón que le arrebató a su morenaza Flavia.
EMOCIÓN PURA
Exactamente a las 00.08 de la madrugada, se dio el pitazo inicial de la finalísima, donde los cuatro gladiadores entregaron lo mejor de sí en una prueba de alto impacto y de mucho esfuerzo, donde ambas parejas fueron tomando la ventaja en las diferentes pasadas que tenía la prueba decisiva, realmente digna de los mejores tiempos de los "Gladiadores Americanos".
Las diosas avanzaron como avión hasta una etapa que se convirtió en la verdadera pesadilla de la final: el saco ensebado, una especie de pushing ball gigante al que debían abrazar para suspenderse en el aire y llegar a otro extremo de una plataforma.
El maldito escollo fue infranqueable para ambas, lo que obligó a los cerebros a cambiar las reglas de la prueba. De lo contrario, ni a las 6 de la mañana hubiesen logrado aprobar el desafío.
Claro que no estuvo exento de polémicas ese cambalache, ya que a Leandro se le trabó una jaula y perdió tiempo valioso.
Claro que ese no fue un impedimento para que recuperaran el paso, la rompieran en los engranajes (donde a sus rivales no les crujió) y llegaran hasta la cima de la torre, donde se dieron el abrazo del amor y de la victoria, que los consagró como los güíners de "Doble Tentación".