Lisset Coronado salió llorando amargamente en el primer capítulo del Miss Chile No basta con ser bella.
Las lágrimas fueron por amor, porque a sus 23 años carga con una pena grandota. "Me patearon hace nueve meses. Esa es mi historia y no tengo nada malo que decir de él", cuenta, aún sin entender por qué aquel ingrato la dejó solita con su mansa cuerada y eso que hasta le hace empeño al baile del caño.
"Hay un dicho: la suerte de la fea la bonita la desea. Todos me dicen por qué te pateó si tú eres súper linda, pero eso es súper superficial. Las bonitas también sufren, yo he tenido súper malas experiencias...", desembucha la estudiante de terapia ocupacional.
- Cuesta creer que a las cabras lindas les vaya malena en el amor...
- Mis dos pololos me han pateado. Pero la vez anterior no quedé tan mal como ahora. No supe por qué me pateó, fue de la noche a la mañana y yo estaba inmensamente enamorada, hubiese ido a la China con él, dispuesta a todo. Quizás se le fue el amor.
- Apuesto que el fresco te llamó cuando te vio en la tele, ¿o no?
- Ah, sí, hablé con él. Le conté un poco de qué se trataba. No expongo la relación en sí, sino lo post. A él lo adoro, lo quiero un montón y si fuera por mí, feliz volvería con él. Pero bueno, ahora lo único que me interesa es hacerlo bien en el Miss Chile, es algo con lo que soñé de chica.
Lisset la próxima semana se meterá al quirófano para aumentar sus pechugüiñas. Explica que será "poquito" y que tendrá que estar al menos dos semanas en reposo. La intervención corre por cuenta del programa y, bueno, dice ella, qué mejor que aprovechar para echarse su manita de gato. Una vez listita, retomará sus clases de caño, "aunque yo prefiero llamarle pole dance", acota la morena. "Quiero aprender bien y hacer un tema elegante. No saldré en colaless, ni haré piruetas por hacerlas", juró.