Tras su muerte, muchas cosas se han sabido de Elizabeth Taylor. Una de ellas es que padecía de una extraña mutación genética que afecta el FOXC2, un gen que controla el desarrollo de tejidos.
¿Y qué significa esto? En el caso de la actriz que interpretó a Cleopatra, entre otros grandes papeles, que padeciera de distiquiasis. En palabras comunes y corrientes, doble hilera de pestañas.
Para la diva este padecimiento al final fue una bendición, ya que resaltaba sus ojos, uno de los atributos que realzaba su talento, de acuerdo a críticos de la pantalla grande.
"Esta mutación en las pestañas no siempre ayuda a realzar la belleza, como es el caso de Taylor. Al contrario, puede producir graves problemas en la córnea. Además, un 7% de las personas que sufren esta malformación también tiene problemas congénitos de corazón", explicó un médico especializado, citado por The Huffington Post.
Pero a ella le sirvió, según narró Roddy McDowall en una ocasión mientras filmaba Lassie unos productores fueron a sacarle excesivo maquillaje que lucía "y ahí se supo que no llevaba nada puesto. ¿Quién tiene una doble fila de pestañas, si no alguien que nació para pertenecer al mundo del cine?", declaró.