Eso de que los hombres también lloran, no sólo lo practica sin culpa el joven Pablo Schilling, como quedó archi demostrado el viernes pasado con los sollozos que se mandó vía cuernofónica en el programa SQP, al momento que le pedía disculpas al padre de su amada Kel por descuerarlo.
En la historia reciente del faranduleo criollo, son varios los machitos recios que, al igual que Schilling, no han topado en pudores para expresar sus penas de amor por las pantallas de televisión, a punta de pucheros y mares de lágrimas. Sensibilidad pura.
Uno de los primeros y más recordados en sufrir como Magdalena pa' todo Chile fue Marcelo "Chino" Ríos. En 1999, la publicación de unas fotos suyas bailando acaloradamente con una cabra que no era su polola, la costarricense Giuliana Sotela, le costó la relación. El "Chino", un duro para la mayoría, pero enamorado hasta las patas de la ruciesita, en plena conferencia de prensa se quebró. Pidió perdón a Giuliana por el desliz y se fue en el manso lloriqueo.
Otro que no tuvo atados para expresar su pesadumbre es Roberto Dueñas. Desde que su matrimonio con Marlen Olivari se fue a las pailas durante el Festival de Viña de 2007, al "Peluche" se le vio con los ojitos mojados en cada programa que pisó explicando el finiquito. "Lo intentamos, pero no se pudo", decía por entonces.
Paul Vásquez, el "Flaco", también se tituló de llorón. Su ruptura con Carolina Orellana lo dejó pa'l loly y en Primer Plano lo confirmó derramando hasta la última gota. "Lamento mucho que esto no haya podido continuar, que no hayamos luchado por salvar nuestro matrimonio", se quejó en el alma.
Y como dejar fuera a Edmundo Varas. En julio pasado, el chicoco se enfrentó con Francoise Perrot en el mismo estelar de cahuín para aclarar sus atados amorosos y sobre todo las supuestas infidelidades de él. "Yo quiero decir a la Francoise que me disculpe por...", alcanzó a esbozar el cabro, antes de largarse a sollozar con la cabeza gacha.