Lo que quedó del festival de San Javier

Como en todo festival, en San Javier ocurrió más de una cosita que ni las mismas personas que asistieron al evento se dieron cuenta. Y como en el diario pop tenemos clarito que la barra quiere saber todo lo que pasó, ojo a las siguientes pildoritas.

La gran Jocelyn-Holt

Dentro del mundo de las candidaturas siempre se está expuesto a perder y cuando es la gallada la que vota, una derrota puede ser muy dura. El excandidato presidencial Tomás Jocelyn-Holt lo sabe bien, ya que la elección pasada solo sacó 0,19%, convirtiéndose en el abanderado que menos votos ha logrado en una contienda presidencial.

La misma suerte corrió en San Javier la linda Matilde Bonasera, que en la elección de la reina solo obtuvo un 1%, muy lejana al cerca del 9% de Sabrina Sosa y al 90% de Jhendelyn Núñez. La cabra puso cara de penita cuando supo el escrutinio, mientras el respetable cruelmente se reía de la baja votación.

Ximenita se desató

Bastó que Ella Baila Sola y Amistades Peligrosas se subieran al escenario para que nuestra Sarah Connor, la senadora y pronto ministra Ximena Rincón, se levantara del asiento y comenzara a agitar la  melena, aplaudir y corear todas las canciones que hablaban del amor y desamor.

Claro. La chiquil!la no la ha tenido fácil. En 2011, tras 22 años casada y con tres hijos con Juan Carlos Latorre, se separó mientras en el dial sonaban las bandas petazetas. Pero ahora andaba feliz, el amor nuevamente toca su puerta, está más linda que nunca y anda entusiasmada con la nueva pega que le dio La Jefa, como ministra de la Secretaría General de la Presidencia.

Los Bunkers

Los cabros de Los Bunkers son unos crack. El diluvio que cayó sobre San Javier implicó que los intérpretes de “llueve sobre la ciudad” se tuvieran que quedar con las ganas de subir al escenario. Los más tristones eran sus fans, que no iban a poder corear sus canciones, por lo que se fueron al lado de los camarines para pedir la salida de la banda.

Como estaban fregados, ya que la producción ya había desarmado el escenario, los embajadores culturales de Concepción sacaron la guitarra y cantaron desconectados junto a la barra pop que cantaba sus canciones ante la atenta mirada de los carabineros, que le dieron seguridad a la improvisada tocata.

El lápiz de Tito

En el salón VIP del festival, Tito Beltrán andaba caminando más nervioso que el "relojito" Romero. Buscaba algo, murmuraba sólo y hasta la voz se le afinaba. ¿El motivox?x Había perdido su lápiz Mont Blanc regalón de… 4 millones 800 mil pesotes. La joyita, que brillaba en oro, la había comprado en Milano hace unos 10 años y la utiliza solo para firmar sus contratos.

Y justamente cuando estampaba la millonaria por la peguita que hizo como jurado en el Festival de San Javier, dejó olvidado el lápiz en la mesa. Pero la búsqueda tuvo final feliz. Al no existir ningún manilarga en la linda comuna de San Javier, el taita del tenor recuperó el lápiz y se lo pasó al lírico, quien se fue con su bolígrafo en el bolsillo, acompañado de la tierna Antonieta.

¿Espuela o Escuelax?x

La barra Sanjavierina premia a los artistas con la cotizada "Espuela de Plata". Cada vez que les gusta algo que presenta el festival comienzan a corear "Espuela, espuela, espuela…". Pero metidos entre la muchedumbre, cachamos cuando los más lolos también sacaron las demandas estudiantiles al ruedo.

Como la linda fiesta igual cuesta sus buenos morlacos, parte de los cabros en vez de gritar "Espuela…" sacaron la voz para pedi r"Escuelas, escuelas, escuelas…" para San Javier. El gesto reveló que no todo era pura chacota.

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