El 14 de julio se estrenará en todo el mundo la última película de la saga de maguitos toffee. Harry Potter y las reliquias de la muerte II, aparte de traer el esperado desenlace de la historia, le lleva un amorosiento beso entre Ron y Hermione.

El fanatismo de los chiquillos que siguen la trama de magia es tal, que ya se agotaron las entradas para todas las funciones del preestreno en Chile, que serán el martes 12.

Y para las presentaciones normales, tanto en 3D como en formato normal, la venta se inició ayer por internet y la demanda fue bastante alta.

EL ESPERADO BESO

El actor inglés Rupert Grint, quien interpreta al coloro amigo de Harry, confesó que la esperada escena romántica fue lo más difícil que le tocó hacer.

"Parecía como una de las cosas más antinaturales que había que interpretar: besar a esta persona que conozco desde que ella tenía 9 años. Tomó un tiempo concentrarnos y dejar nuestra amistad a un lado", confesó quien interpreta a Ron Weasley.

"En realidad resultó bien. Nos reímos mucho y nos tomó tiempo enfocarnos. Lo tuvimos que hacer como cuatro veces", nada de tonto.

Por su litro Emma Watson, la que recibió el ósculo, lo funó y fue más allá: "Rupert y yo sentimos la presión por este beso. Hay demasiado interés", dijo la actriz sobre la comentada escena que se espera desde los inicios de la mágica historia de J.K. Rowling. Y remató al compañero diciendo: "Prefiero los besos con Daniel", actor que hace de Harry y que acaba de confesar que le costó superar su adicción al alcohol.

"Me volví tan dependiente del alcohol para disfrutar de las cosas", dijo el actor, que tiene una fortuna estimada en unos 53 millones de euros, gracias a Harry Potter, y que reconoce que fue muy afortunado porque ningún paparazzi lo fotografió arriba de la pelota.