Los veredictos de Carmen Gloria Arroyo cumplen 2 mil capítulos en Chilevisión. Detrás de tanto martilleo, la abogada guarda una cachá de anécdotas, recuerdos y rabias que compartió con el diario pop. Desde cómo creó el personaje de La Jueza implacable, las pelucas, los retos a los demandados que no salen en cámara, hasta sus cambios de look con y sin lunar.
1. El personaje vs Carmen
“Mucho del personaje de La Jueza se basó en la forma en que vi actuar a doña Eleonora Domínguez, una jueza del crimen que estuvo en el caso Spiniak y que era muy arrebatada, cuando tenía a los delincuentes frente a ella en el sistema antiguo, les decía de todo. Yo le tenía mucho cariño, harto de las características de La Jueza las saqué de ahí, yo no veía Caso Cerrado”.
2. El martillo es pura pega
“Estaba recién separada, no tenía lucas, entré pensando en un período corto de dos años que fue el contrato mínimo que me propuso el canal. Entré convencida que a los dos años me iba y cuando se cumplieron me senté a conversar con los gerentes, dije me voy, gracias por la oportunidad, vuelvo a lo mío. Ha sido siempre la misma tónica y finalmente son las condiciones económicas las que me van convenciendo de seguir haciéndolo. Nunca he perdido la perspectiva de que esto es un trabajo”
3. Casos inolvidables
El caso de don Bonifacio, que tenía tres hijos con deficiencias y vivían en condiciones deplorables. “La reacción de nuestro público fue maravillosa, le cambiamos la vida por un buen rato. Yo creo que para siempre. Hay otros que tienen que ver con la tercera edad, con niños que son muy fuertes para mí. Uno en especial es el de una mamá que después del terremoto por angustia caminó de Santiago a Concepción para buscar a su hijo”.
4. Insólito: caballos metiches
Una disputa entre dos vecinos de Pirque, la dejó plop, ya que los corceles de uno le masticaban la parcela de arado al otro. “Habían fotos que demostraban que los caballos se comían el cerco y el dueño de estos los defendía diciendo que claramente los caballos en las fotos estaban mirando para el lado, porque eran intrusos”.
5. El peor look
Varios son los cambios de look por los que ha pasado la conductora en este tiempo, y uno lo recuerda con harto odio. “Te diría que cuando recién entré el 2006 era muy parecida a como ahora, más morena, pero con el lunar. Pero después hubo un período donde había una productora nueva que decía que era muy duro, que estaba enojada y aparte tenía el pelo negro, que tenía que aclarármelo. Así terminé media rubia, creo que debe haber sido la etapa más horrible que he tenido en la vida”.
6. Detector de chantas
Cinco son los filtros que tienen que pasar los tongos: primero los participantes cuentan su caso, luego un periodista lo investiga, un productor revisa, después pasa al “ok” de la editora. Recién ahí entra Arroyo, quien sabe qué preguntas al callo, lógica en el relato o reacciones dejan en evidencia a los mentirosos. “Yo hoy sé perfecto cuando una mujer me está contando una historia real de violencia intrafamiliar o es una historia inventada”.
7. Minuto de confianza
La vulneración de los derechos de los peques y la mujer son los casos que más enchuchan a la justiciera, que muchas veces se toma un minuto de confianza para gritar y en casos extremos, escuchar a los descriteriados. Ese material no sale al aire. “Muchas veces me bajo y en especial enfrento a los cobardes que ejercen violencia contra la mujer. Y cuando ven a esta loca empoderada que baja a atacarlos, se vuelven unos pollitos.”
8. El sello: las pelucas
“Hay empresas que nos han llamado para ofrecernos pelucas de mejor calidad. Pero yo digo que no, porque las nuestras son un clásico, son de culto, es un estilo. Siempre lo he defendido porque si disfrazamos al tipo que no ha pagado la pensión y le colocamos buenas pelucas o bigotes perfectos, capaz que en la casa pase piola. Pero cuando escuchan su discurso que tiene hijos repartidos, amantes y notas que tiene peluca, ves que es un farsante. Lo ideal sería que las pelucas le queden chicas y el bigote se le corra”.
9. Tienen guardería
Los días de grabación el equipo amonona la oficina que tienen convirtiéndola en una guardería para todos los chiquititos que van a acompañar a sus papis. Ahí se encuentran con la parvularia Paola Donoso, pinturas, juegos y computadores, cosa de evitar que los peques estén entremedio de los alegatos. La profesional también aprovecha de evaluarlos y le entrega un informe a la sicóloga por si se necesita para el caso.
10. La fiel enfermera
El programa también cuenta con una enfermera que le pega un chequeo a los demandados y demandantes para que nadie sufra un patatús en la grabación. La última adquisición del team es una asistente social que revisa los casos y en caso que los involucrados necesiten ayude en cuanto a beneficios con sus munis, también los orienta.