La sexta temporada de "Los 80" llegó cargada a la cebolla, y si el domingo pasado más de un fanático quedó urgido, esta noche los atados se multiplicarán como conejos.
Lo más power será que saldrá a la luz el drama entre Exequiel (Daniel Alcaíno), Nancy (Katty Kowaleczko) y Gloria (Nathalia Aragonés).
Es que Gloria fue amor "de una noche" de Exequiel, cuando el cabro andaba por el mal camino y vivía en una pensión antes de casarse. Apenas se acordaba de la lola, pero como cuenta la historia, "una mujer siempre sabe quién es el papá de su guagua", Gloria no tenía ninguna duda de que el compadre de Juan Herrera era el progenitor de su retoño.
Nancy entendió perfectamente lo que estaba ocurriendo, ya que se vio reflejada en lo que le pasaba a la chiquilla, porque ella vivió una historia similar con el nacimiento de Brunito.
Lo más malo aún del cuento, es que Exequiel opta por hacerse el boby con el cabro chico.
Entre tanto drama y desilusión, Nancy lo manda con viento fresco para la calle, porque se siente engañada y no quiere compartir más su vida con una persona así.
Antes de virarse, Brunito se lo encuentra en el taxi y ambos llorando se dan cuenta de que el intento de vivir como padre e hijo llegaba hasta ahí... Compre pañuelos será mejor.
PUROS ATADOS
Seguimos con Don Genaro (Fernando Farías), quien se pegará un tonto tortazo contra un tocomocho, que lo dejará casi en el patio de los callados.
Claudita (Loreto Aravena) dará tanto jugo en la posta, que conseguirá que el médico Luciano Acuña (Iván Álvarez de Araya) lo examine y cache que se tiene que ir de tajo de una pa' salvar la rajuela.
En esta espera, junto al Petita, la mayor de los Herrera hará clic con el doctor, ya que el médico parco y todo le soluciona el drama al dueño del almacén, y de paso le hace ojitos a la estudiante de medicina.
En el caso de los Herrera, don Juan (Daniel Muñoz) seguirá dándoselas de macho cabrío y no reconocerá que a su mujer, Ana (Tamara Acosta), le ha ido mejor en la pega que a él.
En tanto, en el trabajo de la fábrica quieren puro meterlo al sindicato, pero su jefe lo atrinca de una pa' que no se le vaya por las moras.