A la denuncia pública que realizó el modelo Rodrigo Monroy sobre las supuestas amenazas que habría recibido del "Negro" Piñera por su cercanía con Belén Hidalgo, se sumó una querella por el mismo ítem de parte del dueño de la disco Sala Murano, Fernando de la Cerda.
La acción, según desclasificó Revista Qué Pasa, fue puesta el 28 de abril en el 4° Juzgado de Garantía, poco antes de que Piñera se fuera a dormir a la Clínica Santa Sofía.
"No sabes con quién te metiste", es una de las tantas choreadas vía mensaje de texto que Miguelito le habría mandado a De la Cerda quien, impactado, recurrió al toque a los tribunales pa' enfrentar al "Negro". Sin embargo, con el pasar de los días el empresario y los representantes del cantante acordaron olvidarse de la ley y arreglarse a la buena nomás.
"No deseo seguir con la tramitación de la presente causa, pues creo que es inoficioso seguir con ella, además no creo que esta persona pueda cumplir sus amenazas...", fue la declaración ante fiscalía de Fernando que selló el tete.
Este hecho pasó tan piola, que no lo supo ni la Belencita, según juró de ombligo al diario pop. "Realmente no tenía idea, nunca me nombró eso de la querella, jamás, ¡pero cómo fue, qué hizo!", dice sorprendida la bife, queriendo saber detalles del tete en que se vio metido su ex.
- Parece que el "Negrito" creía que el compadre le estaba comiendo la color...
- ¡Ay, no! No es verdad eso, cómo puede ser. Claro, lo conozco a él por desfiles y trabajo, pero sólo eso. Ni siquiera tengo una amistad con esa persona. El Negro se ha pasado rollos con mucha gente con que trabajo y ese tipo de cosas desgastó, mataron el amor. Sospechaba de empresarios, amigos, con quien yo trabajaba, imagínate, y siendo que yo más encima nunca salía sola. La mayoría de las veces él me acompañaba.
- Entonces, ¿por qué se ponía tan cachudo?
- No lo sé. Era muy celoso siempre y eso es algo muy difícil, me dolía mucho que no confiara en mí.
Gustavo Pradenas, el amigo de Miguel que Belencita no traga ni con mayo, prefiere no comentar el tema judicial por respeto a su yunta.
Cuenta que tanto él como el interno tenían la esperanza de que le dieran el alta este fin de semana de la Santa Sofía, pero la visita de una de sus hermanas llevándole una guitarra le hace pensar que le queda pa' rato adentro.
Lo otro que también aclara el amigote es la existencia de un par de cartas que le envió el mismísimo Negro desde el cautiverio lamentándose por su estadía. "Tenemos ese material como un resguardo a todo lo que se ha dicho en contra de nosotros, jamás las mostraremos al público", sentenció Gustavo.