Tuve la oportunidad de ver Los 33. Pensé que sería un dramón de aquellos, pero debo confesar que hubo varias partes donde me reí. No es que la película no logre plasmar lo sucedido hace cinco años en Atacama, porque lo hace y muy bien.
Se nota que los gringos le pusieron harto empeño en la producción, como en los efectos especiales, pero lo que ellos no sabían es que los chilenos nos reímos hasta de nuestras desgracias, y hay varios momentos del filme que sacan risas, especialmente los chilenismo agringados.
Por un tema de mercado el filme está totalmente en inglés. Es así como nuestro nunca bien ponderado lingüísticamente huevón suena tan perfectamente pronunciado que carece de esa picardía venida desde las entrañas, al igual que uno que otro ¡Viva Chile, Mierda!
Y qué decir del Chi, Chi, Chi, Le, Le, Le de Antonio Banderas, quien con toda su garganta en un momento cúlmine grita: "Let's go Chi, Let's go Le..." La emoción llega, pero acompañada de una pequeña sonrisa.
Joyitas para que sólo los chilenos nos riamos, hay varias más como las "empanadaus" de Juliette Binoche, quien las promociona "Cheese and pino meat".
Los mineros que han visto el filme, quedaron impactados por revivir desde la faceta de espectador el calvario, “pero también nos reímos con los chilenismos a lo gringo, quien no”, dijeron al diario pop Dario Segovia y Omar Reygadas.
"La película representó todo el dramatismo que vivimos y también la presencia de Dios, porque él estuvo ahí siempre, pero tiene sus partes chistosas también, porque no se puede llevar a la gente para que esté dos horas llorando", comentó Mario Sepúlveda, quien invitó a la gente a ir a verla porque "van a sentir lo que sentimos".
- ¿Qué escena te dejó impactado?
- Muuchas, por ejemplo cuando llega la sonda es un momento muy emotivo, y la que más me marcó es cuando las mujeres están afuera haciendo fuerza, que fue lo que finalmente hizo que nos sacaran de ahí.