Con poquitas ganas de hablar por teléfono y de recibir a la prensa anda por estos días el humorista Ruddy Rey. El bigotón vivió una jornada para el olvido en su presentación en el festival de Viña del Mar, lo que lo tendría con una profunda depre.
Según cuenta su círculo más cercano, el cómico aún le busca una explicación a las pifias que se ganó el pasado martes 25, cuando salió a escena después de la mexicana Ana Gabriel y tras 27 minutos de presentación debió abandonar la Quinta Vergara ante un mar de pifias.
"Ruddy no está en condiciones de hablar. Está rodeado con su familia y sus hijos, pensando en qué vamos a hacer ahora, cómo nos levantamos después de lo que pasó en Viña", comentó Iván Huerta, manager del humorista, en entrevista con el programa SQP.
“La gente quería otra cosa en ese momento, no nos concentramos bien y no se pudo mostrar la rutina completa. Después de los siete minutos de pifias no se podía hacer mucho sobre el escenario. Hay que estar parado ahí (en la Quinta Vergara) para sentir las pifias”, comentó el manager, quien aseguró que apenas Ruddy se saque el balde comenzarán a ensayar una nueva rutina.
"Hay vida después de Viña del Mar, debemos salir adelante", comentó el hombrón.