Cualquiera la que mire a través de la pantalla a color, jura de abdomen al suelo que Mariela Montero no tiene nada que enviarle a nadie. Y cómo no, si la cabra está como quiere, es querida por la barra pop, y desde "chancletita" que se ha ganado los porotos solita en términos profesionales.
Sin embargo, la bife chorizo tuvo una cuática adolescencia, en la cual tuvo dramas familiares y atados con la maldita anorexia, la cual le sigue penando hasta la actualidad. "Hasta el día de hoy tengo que cuidar lo que como", confesó este jueves en el "Más Vale Late".
Y en esa onda, la maniquí le contó a Álvaro Escobar que se rompe el lomo desde los 13 años y hasta que viró con lo puesto a Gringolandia siendo una péndex para probar suerte. Además, la ex de Pablo Schilling se refirió al momento más rudo de su vida, cuando tuvo que enfrentar la muerte de su hermano.
