Estaba todo tranquilito en la pomada de tarde "Menú, en Viña del Mar", de (TVN), hasta que llegó Lucho Jara. El cantante del hoyo en la pera entró al set y luego de saludar, Fernando Solabarrieta le dijo que se cantara una cosita. Pidió micrófono, el que estaba debajo del popín de Karen Doggenweiler.
Pero eso no era lo único que se guarecía en el lugar donde la animadora se mantenía sentada. Ahí mismo Iván Zamorano había dejado unas carelis gafas, que pasaron a la historia desde que a Jara se le ocurrió cambiarle el puesto a la Doggenweiler.
"Mira, los rompiste", le dijo el ex Pichichi al rostro de Mega, sacando los lentes hecho huilas y partidos en dos. "Son carísimos", dijo Karen con la mitad en la mano, mientras el resto miraba atónito el desastre.
Lucho alegó inocencia y apuntó el tambembe de la esposa de ME-O como responsable, pues también había estado calentando ese asiento. Pa' peor el accesorio no era de Iván, sino que de su esposa María Alberó.
Para que al pelotero no le aforraran en la casa por echarse los pirulos anteojos, agarraron una huincha y se los parcharon.