La deliciosa Luciana Salazar decidió congelar sus óvulos para prolongar sus opciones de ser madre "cuando Dios quiera".
Así lo confesó la ricura che a la revista Caras, donde contó que para realizar el tratamiento debió superar su terror a las agujas.
"En mi último viaje a Miami, que se dijo que me había inseminado y estaba embarazada, me fui a hacer una congelación de óvulos, para prolongar la posibilidad de ser madre. Será cuando Dios quiera que sea, pero mi deseo está. Es una garantía para una saber que va a ser mamá en algún momento", le dijo Luli a la publicación trasandina.
"Tuve que ir a diario a la clínica a sacarme sangre, justo a mí que me dan pánico las agujas y me baja la presión. Me pincharon los brazos todos los días, todavía tengo las marcas. Estaba llena de moretones. Y después me tenía que dar tres inyecciones en la panza casi todas las noches durante 15 días. Ya me venía preparando en Buenos Aires, porque el proceso completo lleva un mes. Tuve que tomar pastillas anticonceptivas para cambiar el ciclo menstrual porque te lo manipulan para que ellos puedan hacer el tratamiento", detalló.
Buen momento
Respecto de la decisión de realizarse el procedimiento en Miami, precisó que "lo que tienen los americanos es que son más fríos que los argentinos, entonces les falta esa calidez. Por eso viajé con mi mejor amiga. Era un buen momento para hacerlo porque Martín (Redrado) se tomó unas vacaciones con sus hijos para compensar el tiempo que no pudo compartir con ellos. En esos 15 días además no podés hacer nada. No podés hacer mucho ejercicio físico y no te dejan tener relaciones porque estás tan estimulada que fácilmente podrías quedar embarazada".
"Fue una decisión mía, de mujer, de querer tener óvulos bien jóvenes que están perfectos y contar con la posibilidad de ser madre más adelante. No lo conversé con Martín, es que esas cosas no hay que preguntarlas. Son decisiones individuales, pero obviamente se lo conté porque es mi pareja, pero no influye su decisión", concluyo Luciana