Era el verano del 2009. Catherine Fulop llegaba como jurado al Festival de Viña, y ninguna chiquilla quería hacerle collera por la apetecida corona del convite. La figura de la venezolana era tan despampanante, que nadie quería pasar verguenzas, hasta que la entonces medianamente conocida Lucila Vit decidió apechugar. A ellas se sumó un personaje de humor y la representante de España en la competencia, aunque claramente los ojos de la gallá quedaron enfocados en la batalla que enfrentarían la rubia y la morena.
"Fue un año muy movido ese", recuerda la piba, que hasta entonces sólo había logrado darse a conocer por temas califas como el Miss Reef, o por ser la doble argentina de la ricarda Britney Spears.
"Era más bien de público masculino", define ella misma, al recordar que ese febrero pudo por primera vez darse a conocer de manera transversal por algo distinto a poseer una retaguardia privilegiada.
Es que al igual que la Fulop, la rucia centró su candidatura en temas de corte deportivo, saliendo a trotar todas las mañanas por el borde costero cuando el running todavía no estaba de moda en nuestro país.
"En ese tiempo soñaba con tener un programa deportivo como el de Cathy, pero en verdad ni en mi mejor sueño pensaba que al final lo lograría", confiesa Lucila, quien hace poquito debutó con su propio espacio en Fox Sports (el mismo ex canal de Fulop), y que en esas frías mañanas logró calentar a todos los hombres con unas ajustadas calzas grises, pero también entusiasmar a miles de chilenas al mostrarles que haciendo deportes se podía enfrentar a cualquiera.
De ahí en más, aunque Vit igual fue derrotada por Fulop, la rubia empezó a cambiar su perfil hasta que tras esporádicos pasos por la televisión abierta, cinco años después logró convertirse en la sucesora de su rival festivalera en el mismo y conocido canal deportivo.
"Se me fueron dando las cosas", reconoce con humildad, casi sin pescar que es la única de sus ex compañeras de meneo que logró llegar a concretar su sueño.
"Sentir el cariño de las mujeres es lindo. Que te valoren por lo que haces y no por el físico es lo que más me gusta. No hay piropo de hombre que supere a las 'gracias' que te dan mujeres de todas las edades", cuenta Lucila, quien además de sus clases por tevé, también es personal trainner y hasta instructora de "baile del caño" (o "pole dance"), la nueva disciplina deportiva de moda entre las peloláis.
- ¿Cómo analizas el paso desde figura de corte sexual a ‘profe rica’?
- Jajajá... ya no me sentía muy cómoda mostrando mi cuerpo. Quería ser un aporte. Sentía que podía dar más cosas, por ejemplo, convertirme en un ejemplo de vida saludable.
- ¿Qué ha cambiado en ti desde el Miss Reef? ¿Te arrepientes de esa etapa?
- Sigo siendo la misma. De mentalidad estoy igual. Y no me arrepiento de nada, no lo volvería a hacer ahora porque estoy en otra, pero llegué a Chile con una faceta sexy, aproveché mi etapa y no reniego de ella.