El miércoles se asiló en una peluquería de Baires pa’ quedar tiqui taca, y ayer arribó a Chile para realizar un espectáculo de los que hace tiempo no muestra allende los Andes.
Es que pese a seguir siendo el bombón sexy de Latinoamérica, hace meses que Luciana Salazar decidió colgar el colaless de los shows en vivo, para dedicarse de lleno a las dos nuevas pasiones de su vida, la actuación y el canto.
"Hace tiempo que no hago revistas ni este tipo de trabajos en Argentina, porque estoy dedicada a otras cosas. Por ejemplo, en estos días estreno un filme ("Un amor de película") con María Grazia Cucinotta y Geraldine Chaplin", contó la voluptuosa Luli en cháchara exclusiva con ESP.
EN OTRA
Con gestos y palabras propias de quien pretende dar vuelta la página, la ex Reina del Festival confesó que desde que formalizó su relación amorosa con el economista che, Martín Redrado, que ha dejado de reírse en la fila, calificando su época más destapada como “un momento de diversión y nada más”.
Ocurre que la rucia ha cambiado y ahora ve la vida con los ojos de arriba, y no con sus mansas pepas de abajo. “Debo tener respeto por mi pareja y no incomodarla”, agregó, todavía nerviosa por la fogosa puesta en escena que deberá desplegar desde esta noche y todos los viernes de septiembre en el pirulo casino Enjoy de Santiago.
“Es un show destapado tipo Moulin Rouge, de París, donde después de la primera parte interactúo con los clientes del casino”, detalló sobre su presentación, añadiendo que como sorpresa “dejaré que me enseñen a jugar ruleta bien, bieeennn pegaditos a mí”. ¡Negro el 8!
SÓLO EN CHILE
Lo curioso es que en Pibelandia sería prácticamente imposible ver a la chica dorada en esa onda, porque sólo en Chile relajará la vena.
Es que Luli siente haber calado hondo en el cucharón patrio y por eso, como si aquí pasara más piola, se soltará las trenzas con tutti en una suerte de homenaje hot. “Siento que después de lo de Viña hice un click aquí, como que provoqué un cambio, se rompió el hielo y eso ayudó a que las siguientes modelos se sintieran más libres de mostrar”, filosofó.
Claro, Luli recuerda con nostalgia aquel febrero en que dejó a medio Chile con la boca abierta tras mandarse flor de topless en pleno período festivalero, ya que por estos días no sólo no muestra tanto, sino que está derechamente en contra de exhibirse a pito de nada o, peor, al gratín.
Y más curioso resulta que Luli sea un reflejo de conservadurismo en Europa, continente al que viaja habitualmente para acompañar a su pierna peluda en la pega.
Resulta que por esos lares y en algunas zonas de Estados Unidos, el tema del momento es la opción de que la féminas puedan mostrar los pechos con la misma libertad con que un hombre se saca la polera tras jugar una pichanga, contando incluso con su propio “día del topless”.
“No sé en qué sentido lo toman las europeas, pero creo que tiene que ver más con la libertad que con lo sexual. A mí la verdad es que me gusta más lo tradicional, es preferible la producción que andar así siempre, no tendría nada novedoso. A mí no me gustaría ni lo pondría en práctica, de hecho, cuando voy a Europa jamás muestro los pechos en la playa”, sentenció, dejando en claro que sólo por plata cantará, y se mostrará, el cotizado monito.