La reina del Pop, Madonna, partió su gira mundial con pura polémica. La diva de la canción usó un símbolo nazi sobre una influyente política francesa en su concierto en la ciudad de Tel Aviv, Israel. El condoro ocurrió cuando la artista interpretaba la canción "Nobody knows me".
El símbolo apareció dos veces en el video desplegado en las pantallas gigantes. En primera instancia sobre la cabeza de Marine Le Pen, quien es hija del ex candidato presidencial francés del partido ultra conservador de derecha, Jean Marie Le Pen. La mujer ha sido acusada con anterioridad de antisemitismo. Luego la esvástica aparece entre una serie de emblemas de distintas religiones y organizaciones.
La aludida Le Pen anunció que, de aparecer el símbolo en su concierto en París, entonces iniciará acciones legales contra la cantante. "Si hace eso en Francia, estaremos esperando" dijo Le Pen al Daily Mail de Inglaterra. "Entendemos a los cantantes antiguos, quienes necesitan que la gente hable sobre ellos y por eso acuden a estos extremos", puntualizó.
Entre otras figuras que aparecen en el video que acompaña la canción están el Papa Benedicto XVI, la candidata presidencial de Estados Unidos, Sarah Palin y el líder chino Hu Jintao.