Madonna, fiel a su estilo gozador, no se aguantó las ganas de vacilar en el Carnaval de Río, la fiestoca mais grande do mundo, y acompañada de sus hijas y su piernoco brasuca, Jesús Luz, se dejó caer por allato.
A la reina del pop se le vio sonriente y juguetona en la galera del Sambódromo, donde llegó como la invitada de honor del gobernador del Estado Sergio Cabral, quien la atendió como la ídola que es, reservándole la mejor ubicación del lugar con una seguridad que ya se la quisiera el presi Obama. La chica material, incluso se dio el tiempo de bajar a la pista donde compartió a la pasada con algunos miembros de una escuela de samba.
Quienes también lo pasaron a todo porcino fueron sus hijas Lourdes y Marcy James, las que además disfrutaron de las cálidas playas de la "ciudad maravillosa".
Pero si gozar a todo ritmo se trata, su novio brasuca Jesús Luz llevó la delantera. El sociate se dio varios besos y arrumacos delante de todo el mundo, desmintiendo así los rumores de un supuesto quiebre con la cantante.