Estamos a un pelito de cachar cómo la policía apaña de una vez por todas al degenereque "Bruno", el tío que tiene secuestrada hace meses a la pobre "Elisa", la misma que por intentar escapar se ganó además del encierro, permanecer allí amarrada.
En el capítulo de anoche, la investigación personal e instransferible del habilidoso comisario Rivas por fin se encaminó por el sendero correcto, al unir la pista del dueño brasileño de la cabaña donde estuvo la chiquilla, con el rufián.
Claro, ambos hombrones eran amiguis, relación que "Bruno" le negó en su cara a "Rivas". Pero más demoró en hacer la mula, que ser pillado en la mentira por el sabueso.
Como en las teleseries las coincidencias son mágicas, justo cuando el comisario se pegó la cachada, "Francisca", mami de "Elisa", lo fue a apretar para que le dijera si estaba seguro de que su esposo, "Raimundo Domínguez", era el secuestrador de su propia heredera.
Entre la espada y la pared, el galancete tuvo que soltar que no tenía ni así una minúscula certeza de que era. Ahí, con furia, la doña le aforró un cachuchazo que lo dejó doblado. Le recriminó que por su culpa, de tanto que la picaneó para culpar al larguirucho, terminó moviendo la lengua para que se fuera precioso, siendo inocente.
Arrepentida por apuntar injustamente a "Raimundo", fue a pedirle perdón a la capacha, pero el gallo la mandó a la punta del cerro.