El terror de las vacaciones sin lugar a dudas para los retoños es la vuelta a clases, ese momento en que el dulce verano se acaba y hay que volver al rigor del aula y las materias.
Los chicocos de los faranduleros como todos tienen que pasar por ese momento, y sobre todo por aquella instancia en la que por primera vez se destetan de su mami y tienen que sentarse en su pupitre de primero básico, con jornadas largas y varias tareas que hacer en casa.
La mayoría de las mamitas del jetset criollo le soltaron a ESP, que sus piriguines fuera de rezongar por el hecho de dejar de pasarla bien, no le pusieron mucho al lloriquéo, creando una constante entre los broca cochis de los famosos. Es que, al parecer, como sus padres son personas del espectáculo, algo se les pega y son de lo más sociables, incluso el hijo de Domi Gallegos, según parló ella, llegó a sentir vergüenza de que lo fueran a dejar y la mandó con viento fresco fuera del colegio.
Muy por el contrario, cuando se les preguntó a estas diosas, cómo había sido su primer día lejos del nido, casi todas no tuvieron problemas en decir que eran lo más lloronas que podrían ser. Algunas incluso descasetearon que quizás la veta histriónica podría haberse gestado en ese instante.
Es el caso de Alejandra Fosalba, quien aseguró que desde que era chiquitita le “gustaba el drama, y ha sido una constante hasta ahora al parecer”.
O por ejemplo la bella blonda de “S.Q.P.”, Claudita Schmidt, la que verseó que “era una chupetina de fierro, yo lo que quería era estar con mi madre que era una malcriadora”.
Entre las que versearon que siempre fueron más agrandadas para sus cosas, están Carlita Ochoa y Dominic Gallegos. “Yo desde que estaba en 5° básico que quería hacer cosas de las mas grandes de media por ejemplo”, contó Ochoa. “A mi me gustaba escaparme siempre, no era de estar en el colegio mucho rato”, confesó Gallegos.
Ale Fosalba y sus bailarinas de ballet
Las hijitas de Alejandra Fosalba son otras de las brocas que no les fue tortuoso meterse de zabeca al mundo del estudio, pues según contó la actriz de TVN, “desde los tres años que están en clases de ballet, por lo que ya tienen su desplante Anya y Fiona”.
Eso sí, aseguró a ESP que quien lloró a moco tendido con la primera vez de sus nenas fue ella. “La Magdalena fui yo, porque me quedé en ambas oportunidades intentando espiarlas, ver lo que estaban haciendo. Me las lloré a mares, quizás le puse un poco de drama a las cosas. Se me tiende a dar un poco eso”.
Y es una constante desde que era una petisa, “para mi recuerdo que fue fuerte, de chiquita me gustaba el drama, y ha sido una constante hasta ahora al parecer, de ahí salió la veta artística, jajajá”.
Clau Schmidt, la “chupetina de fierro”
Una de las mujeres que dicen las cosas casi sin filtro en la tevé criolla es Claudia Schmidt, quien contó que ya desde peque era puro melodrama. “Cuando yo entré al colegio era una chupetina de fierro, yo lo que quería era estar con mi madre que era una malcriadora, así que fue un drama cuando me dejaron, con llantos y toda la parafernalia”.
Por suerte para ella, sus cachorros no le salieron calcos en ese sentido. “”El Benja y mi Sofía por suerte no salieron a mí en ese sentido, ellos son muy sociables así que se llevaron bien con sus compañeritos y tías de inmediato. Recuerdo que el primer día que entraron a primero básico en vez de que lloraran ellos, la que lloró fui yo, y es que soy una persona sumamente emocional”, contó Claudita.
A Domi Gallegos la mandaron a volar
Entre las mamis que ya pasaron por el proceso de dejar a su peque, está Dominique Gallegos, la que contó que su Martín lo único que quería era que ella virara del colegio. “Me acuerdo que el primer día él estaba como avergonzado, medio tímido, pero lo único que quería era que yo me fuera, y según me contaron de ahí se soltó. Eso sí que cuando pasaron unos días, me llamaron porque le había pegado a un compañero”.
Por su parte, cuando ella entró, reconoce que de “chica nunca me gustó ir al colegio, si podía me quedaba en la casa, así que imagino que tiene que haber sido algo similar en mi primer día. Eso sí que a mí me gustaba escaparme siempre, no era de estar en el colegio mucho rato”.
Wilma gonzález no se preocupa por noah
La infartante petazeta Wilma González tiene por hijo al chiquito Noah, el que ayer entró a clases, y según su mami el chicoco es tan independiente que ni cosquillas le hizo el estar en un espacio nuevo. “Noah es un alma que sabe exactamente lo que quiere, a él si le molesta algo te lo dice de inmediato. Aparte que como ha viajado tanto por el mundo no tiene problemas con enfrentarse a lo nuevo. Sólo lloró cuando se fue del jardín el año pasado, porque sabía que no iba a ver mas a sus tías y compañeritos, pero eso y ya”.
Cuando Wilma era una peque y entró a estudiar, no le fue fácil. “Yo también viajé mucho por el mundo, y no se me hizo tan simple como a Noah, me costó adaptarme. Tiene que haber sido en Madrid cuando entré, y de inmediato me hicieron bullying, no quiero ahondar en ese punto, pero no fue muy grato”.
Carla Ochoa, Josefa y su tata son inseparables
Para algunas mamis no es fácil recordar el día que dejaron a su peque en el aula. Una de ellas es Carlita Ochoa, la que tiene un poco borrada la película del momento, pero según soltó no tiene que haber sido muy traumante para su Josefa. “Ella creo que heredó de mí lo de ser sociable, así que no le cuesta mucho estar con otras personas. Aparte, que de seguro el primer día la fuimos a dejar con su tata, mi padre, el que nunca se ha perdido un primer día de clases. Es una tradición que tenemos”.
Por el litro de cuando la ricura se metió, soltó que “de mi primer día recuerdo que lloré a mares, no quería estar sola, me cuentan que yo decía ‘mamita, yo me quiero quedar contigo’, y ella me dejaba en la casa, hasta que le dijeron que me estaba haciendo un terrible mal, y me mandó no más”.
Ivette Vergara entró con escándalo
El terror de entrar a clases queda marcado en el relato de la ahora desenvuelta conductora de Mega, Ivette Vergara. “Yo me acuerdo que para mí fue algo terrible, pero de esos momento que se te quedan grabados en la cabeza para siempre. A mí medio como que no quería entrar a clases y tuvieron que llamar a mi mamá, a este toque. Estaba encerrada en el baño sin que me pudieran sacar, y ahí llegó mi santa madre y de una me llevó a la sala”.
En comparación con su hijo Nicolás, “la cosa con él fue distinta, él estaba relajado. Claro, una preocupada porque era el primer hijo que entraba a clases, le sacamos muchas fotos y todo, pero no fue algo tan traumático como lo mío”, contó.