Michaela Fernández (19), Catalina Manríquez (20) y Bárbara Abarzúa (19) tuvieron el correctivo de sus vidas en la cana.
Ya que no atinaban como mamás, para enrielarlas a pedido de sus familias el programa "Nadie está libre", de Canal 13, las llevó y metió a la cana.
Y lo que sufrieron, porque así fue, se vio anoche después de "Preciosas". Ninguna de las tres cachaba a qué iban. De hecho llegan terrible acicaladas pensando que su destino era el manso panorama y no el Centro Penitenciario Femenino, como ocurrió.
Aterradas
Las tres chicuelas hablaron con La Cuarta de su experiencia y todas coincidieron en que sintieron pavor.
"Sentí miedo y nervios. No sé, tenía todos los sentimientos encontrados, sentía mucho miedo de lo que pudiera pasar ahí", comentó Michaela.
¿Qué rescataste de la experiencia?
- A una de las presas que me contó que era una persona normal que trabajaba y le pedía a su mamá que cuidara a sus hijos. Me dijo: "Yo prefería salir con mis amigos. Una noche se me pasaron los tragos y cometí un error. Ahora estoy pagando y me di cuenta que por preferir salir terminé dejando a mis hijos de lado y ahora ya no tengo amigos y a mis hijos los dejé botados". Entendí que lo primero que tiene que ir es mi hijo y lo más importante no son los carretes, sino que la familia porque siempre estarán.
Por su parte Bárbara creía que todo era una broma, pero al estar en el patio: "Me convertí en un saco de nervios. Me daba risa por los nervios. Yo no sabía qué pasaba y no sabía si mi familia sabía que yo estaba ahí. Tampoco sabía si nos iban a dejar solas, sobre todo porque uno no sabe si la gente que está ahí tiene límites o no".
Catalina andaba en la misma, juraba que todo sería una joda: "Nunca me imaginé que íbamos a ir para allá (...) Pensé que podríamos ir a Fantasilandia o tirarnos en paracaídas o algo así".
- ¿Te sirvió lo vivido?
- Para alejarme de muchas cosas como amistades que no me hacían bien, de los carretes. Me salí de algunas cosas en las que estaba metida y que no estaban bien.
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