Un pacto de no abrir ni por si acaso el tarro y tratarse de aquí en adelante como dos buenos seres humanos...
Esa habría sido la principal resultante del encuentro que la che Juana Viale sostuvo el finde pasado con nuestro Gonzalo Valenzuela, instalados en una monona picada al aire libre de Buenos Aires, Argentina. Lugar de reunión donde, pa' variar, la parejita la hizo tan re piola que fue pillada en pleno blablá por la revista trasandina Paparazzi, la misma que cachó a la linda a calugazo limpio con el ex ministro de Economía de allato, el ruliento Martín Lousteau.
Precisamente para hoy se esperaba que la nueva edición del semanario farandulero estuviera en todos los kiosquitos de Chelandia luciendo en su portada este acierto: Al Manguera con Juana retratado en su primer "encuentro secreto" tras el escándalo que dejó al actor como alce.
Si bien los capos de la revista de papel cuché procuraron mantener la exclusiva bajo siete llaves de qué palabrearon entre cafecitos y medialunas, el diario pop igual se las arregló pa' saber la pulenta de la junta clave.
"Ellos hicieron un arreglo de no agresión hasta el nacimiento del bebé que esperan (la bife tiene 6 meses de embarazo) y también quedaron de acuerdo en mantener un silencio total sobre sus vidas. El cuidado de ellos será extremo, porque no quieren más saturación", detallan fuentes que le sacaron el rollo completito al parcito.
Del otro lado de la cordillera también juran de panza que Juana y Valenzuela se dieron varios minutos para repasar la mocha entre la chiquilla y su archifamosa abuela, Mirtha Legrand: "Gonzalo le pidió que no enganche más con ese tema. Y ninguno de los dos quiere más polémicas, quieren llevar una vida lo más sana posible".
Uno que parece estar literalmente ni ahí con el dramón es Lousteau, pues andaría de lo más jote con Valeria Gastaldi, hermanastra de Juanita y con quien andaba pinchando cuando se hizo el primer cambio de luces con el "amorcito" del yunta del Benja Vicuña el 2009, en una comida en el Museo Renault.