Como pocas veces en su carrera pelotera, Manuel Neira le puso el pecho a las balas y ayer se decidió a realizar un particular mea culpa luego de protagonizar la noche del domingo un carrete de miedo, en el que al parecer también estaba Kike Acuña.
El ex de Pamela Díaz terminó en la comisaría por andar con la sopaipilla pasá (2,18 grados de alcohol en la sangre arrojó el alcotest, lo cual debe ser ratificado con la alcoholemia), mientras manejaba en la comuna de Vitacura. Tras el control de detención, la fiscal María Oyanedel decidió dejarlo el libertad a la espera de la citación al tribunal.
El jugador entrenó ayer junto a sus compipas de San Luis en el Estadio Lucio Fariña Fernández, donde entregó sus excusas. "Pido disculpas a la gente de San Luis por salir en la prensa por esto, creo que no corresponde. También a mi familia, que es lo más importante que tengo en la vida", acotó.
Agregó que el incidente ocurre cuando "no estamos pasando por un buen momento en lo deportivo", pues el equipo canario marcha décimo en el torneo de Clausura.
Además el futbolista dijo que estaba lejos de ser un beodo y que al momento estaba en su día de paisa, por lo que nadie podía pintarle el mono por sus tonteras.
Aun así, en el plano deportivo averiguamos que el caso se iba a analizar por los dirigentes, ya que les cayó como patá maletera el pastelazo. Además Pame Díaz dijo ayer en el matinal de Mega que le daba lata tener que dar la cara por sus atados.
