Si bien la muerte de Hugh Hefner se debió a un paro cardiaco, falla respiratoria, septicemia y e-coli, cercanos al dueño de Playboy aseguran que el deterioro de la popular mansión de las conejitas también ayudó en su deceso.
Según el sitio Radaronline.com, varios cercanos al envidiado hombre de la bata aseguran que sus problemas de salud también se acrecentaron debido a tóxicos hongos que atestaron la popular mansión Playboy.
El veterano de 91 años, que falleció a fines de septiembre, sabía de los problemas de su nido, pero no habría hecho caso a las advertencias, negándose a dejar el hogar que le dio tanta fama, aventuras y alegrías.
MANSIÓN ARRUINADA
"Todo en la casa se sentía viejo. Y Archie, el perro de la casa, usualmente hacía sus necesidades en las cortinas de los pasillos, dejando un olor potente a orina (...).
Nuestros colchones estaban viejos, gastados y manchados", comentó Izabella St. James, una de las tantas ex de Don Hugh.
La información recién se empieza a divulgar ahora, ya que de haberse sabido antes habría perjudicado la marca y destruido el mito de paraíso soñado que tenía la propiedad.
LA VIUDA SABÍA
La actual viuda y tercera esposa del millonario, Crystal Harris, sufrió fatiga, dolores musculares entre otros síntomas y no fue hasta que alguien le mencionó la posibilidad de que la casa tuviera hongos, que la mujer decidió mudarse a Las Vegas, donde los achaques desaparecieron y su salud mejoró.
Hefner le habría dado la autorización a su amada para dejar el domicilio y habrían puesto como chiva que Harris tenía mucho trabajo en la "Ciudad del Juego". Es que, finalmente, al magnate no le gustaba la idea de que ambos dejaran la casa.
La rubia sólo volvió una vez que la salud de Hefner empezó a deteriorarse.
Esta no es la primera vez que se sabe del mal estado del cuartel Playboy. En febrero del 2011, 123 personas denunciaron haber sufrido fiebre y problemas respiratorios tras haber ido a un evento en la mansión.