Marcia Sáenz: "Quiero recuperar mis labios sensuales"

De todas las criaturas que alguna vez sometieron su cuerpo a las cirugías, probablemente nuestra modelo criolla Marcia Sáenz sea una de las que ha salido más perjudicada.

La lindura que partió arrasando con su figura en el programa "Casi en Serio" (2001) se puso entre ceja y ceja la idea de esculpir su bella humanidad para acercarse a la perfección.

Partió en estas lides aumentando el tamaño de sus pechugas, pero al poco tiempo se le encapsularon; siguió con una operación a la ñatita que le dejó la escoba al punto que le costaba respirar y remató con una esteticista chanta que le inyectó silicona en sus labios y el resultado todos lo conocen.

Hoy viajará, por tierra, con sus amiguis Gisela Molinero y Pamela Sosa a Buenos Aires para someterse a una nueva operación reconstructiva de labios de la mano del doctor Aníbal Lotocki.

UNA PESADILLA

Marcia era dueña de una boquita de cereza envidiada por medio mundo, pero pensó que con un retoque quedaría mejor: Craso error.

"La primera vez fue hace 2 años y me inyectaron silicona, dijeron que duraba seis meses y se iba, pero la cosa se complicó", soltó mi tía.

- Te dejaron laca...

- Imagínate que hasta el día de hoy se nota que el labio de arriba es más grueso que el de abajo, fue una tontera mía que trajo consecuencias y siento que la forma de mi cara no es la de antes.

- Esa tontera tuya se transformó en un vicio por las cirugías estéticas.

- En algún momento fue algo obsesivo, pero al poco tiempo me di cuenta que estaba errada.

- ¿Por qué operarse en Argentina y no por acato, mija?

- El doctor Lotocki da confianza porque se especializa en rostros y me propuso un precio muy conveniente.

NUNCA MÁS

En mayo de este año el programa "Cirugía de Cuerpo y Alma" le pegó una encachada a Marcia y logró sacarle el polímero de sus labios, pero no fue suficiente:

- "Esta vez quiero recuperar mis labios sensuales, prometo no volver a tocar mis labios nunca más, deseo recuperar la armonía de mi rostro", remachó la ricura.

Hugo Pérez Labraña

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