Con una Quinta Vergara llena de lado a lado y de cerro a palco preferentemente de puras chiquillas lindas y de todas las edades, la velada de anoche fue puro romanticismo gracias a Marco Antonio Solís.
Antes de salir a escena, en las pantallas gigantes se pudo cachar el nombre de varios de los estadios más bacanes del mundo donde el ex frontman de Los Bukis ha sudado la gota obesa.
Gracias por Hacerme tan Feliz fue el primer temón que se despachó, en el que se le cachó la voz intacta, con la barba bien canosa y con varios kilitos de más. Haciendo un buen uso de sus manoplas para gesticular, llevándoselas a cada rato a su corazón y poniendo caras de sufrimiento y de amor lejano.
Experto en baladas directas a la aorta, para el tercer tema Marco Antonio se puso sombrero de vaquero y se le vio cómodo cantando sus buenas rancheras intercaladas con sus baladas clásicas.
Y como es máxima para este Festival, el astro mexicano respetó los tiempos impuestos por la nueva administración del certamen y cantó un poco más de 90 minutos, horario que durante sus dos presentaciones anteriores en la quinta llegó cerca a las 2 horas para el regocijo de la barra y del Monstruo completito.
En lo que respecta a los números, a Solís le fue muy bacán en rating, porque sacó un promedio de 47 puntos con un 55 de peak, que lo ha dejado como uno de los artistas más exitosos de Viña 2011.
Se llevó dos Antorchas y una Gaviota, pese a que la barra pidió como loca de la cabeza que le entregaran la Gaviota de Oro, pero que finalmente no se la dieron al cabro que doma en un dos por tres a sus "hermanitos" de Chile.