Curagüilla como el mejor de los nuestros, a "Vicente" (Mario Horton) no le bastó con mostrar su taladro en "Las Vega's", sino que también quiere despedirse con honores y al alza, por lo que mañana en el capítulo final de la nocturna de Canal 13, sorprenderá con una nueva faceta: la de rockero.
"Buen toplero, pero un cacho como prete", habrán pensado en voz alta las "Vichoadictas", que tras ver las chambonadas al hilo que se mandó el fiestero con la linda Mariana (Lorena Bosch) durante toda la teleserie, ya no le tienen el horno calientito para un queque al galán.
Pero como por ley ni un guachón puede dar por perdido un atracón o un buen amor, el valiente intentará en los descuentos reconquistar a su amada. En capítulos anteriores, el Vicho contó que tenía una banda de rock cuando joven, que era su verdadera pasión. Entonces retoma el grupo y aprovecha de desahogar todo su dolor por Mariana en sus composiciones musicales y le dedica canciones a ella, muy enamorado. Incluso inventó una canción con letra dedicada especialmente para la "flaca".
-¿Y triunfará el amorsh?
- Creo que siempre hay una posibilidad. Vamos a ver cuando le cante, igual a ella algo le pasa en el corazoncito y se abre una nueva posibilidad. Pero yo creo que hay un amor muy fuerte que los une.
-¿Cómo fue el tema del canto, ¿eres afinadito o cantas como tu apellido?
-No me complicó tanto. Me gusta cantar, o sea, soy cantante de ducha nomás, pero igual tengo una familia que tiene hartos músicos, entonces no me cuesta cantar.
-¿Tomaste clases?
-¡Noooo, para nada!, aperrando no más.
- ¿Te llevas más fe como toplero o como cantor?
-Cantante, ¡de todas maneras! Me gustaría ser un rockstar y recorrer el mundo.
- ¡Eeella, la Beto Cuevas, eeella! Oiga, sáqueme de una duda, ¿cómo se viene la mano final pa’ los pilucheros?
- Hay algunos cambios: Vicho sigue como cantante en los escenarios, Coto se transforma en instructor y Garmendia se suma a los vedettos. Pedro seguirá en el club, como siempre.
También triunfa el amorsh y la sabiduría toplera
El gran Coto (Cristian Campos) se sumará al club de gurús a lo señor Miyagi, entregando toda su sabiduría a la hora de agarrar el fierraco con dos manos y hacer maniobras. Así pulirá a todos los principiantes que quieran conocer el sufrido oficio de vedetto a la larga fila de reporteros pop que esperan matrícula. Uno de los que seguiría agarrando vuelo sería Juan Pablo (Ignacio Garmendia).
Los tortolitos que terminarán sacando su amor adelante de pura insistencia serán Antonia (María José Bello) y Pedro (Cristián Arriaga), los que se las arreglarán para llegar juntitos a la hora que le chanten el fin a la pomada.
Pedrito se las ingeniará para responder como papi y también cuando le toque marcar tarjeta bailando desnudo.