Marlen Olivari y Roberto Dueñas firmaron su divorcio, pero a diferencia de lo que muchos pueden creer, la escena no fue para nada alegre...
Antes de las nueve de la mañana, el "Peluche" se dejó caer en el Juzgado de la Familia. Con ojos de tristeza profunda hizo hora junto a su abogada, Dora Silva Letelier en un cafecito cercano, y media hora más tarde llegó la diva junto a su madre, Isabel Meyer y su abogada, Jéssica Ross.
Marlen y el Peluche no se veían hace mucho tiempo, por lo que los nervios fueron evidentes cuando se encontraron cara a cara en los pasillos del tribunal.
Fue Dueñas quien abrazó a Marlen y, casi susurrándole, le preguntó cómo estaba. Ella se corrió y por separado subieron al segundo piso... Ya les quedaba menos de una hora como marido y mujer.
EL FIN
A las 10.30 horas entraron a la sala 7, se sentaron separados y escucharon los puntos sobre su divorcio. Al rato salieron con los ojos vidriosos y muy juntos.
"Fue heavy firmar el divorcio, heavy, heavy", le dijo Marlen a su mami, con los ojos a punto de estallar. Dueñas, visiblemente emocionado, abrazó a la morocha y le dijo: "Adiós, señorita".
Marlensurri aseguró que estaba tranquila y que su soltería no implica que se casará altirante con su actual novio, Alejandro Kock.
Por su litro, Dueñas tiró un par de tallas fomes, intentó mostrar el lápiz con el cual puso la pulenta y aseguró que estaba terminando la teleserie más larga de la historia. "Jamás seremos amigos con Marlen. No nos hablamos en dos años, no lo haremos ahora... Así se terminó la historia...", verseó.
El Peluche agregó que el proceso fue "especial, solemne. Todo ya estaba acordado, pero cualquier ciclo que se cierra, provoca pena... Hay que quedarse con lo agradable. Estoy contento de que todo se haya terminado de buena forma".